Un Amor de Oro (Lunter)

Ayuda

Nuestra historia inicia en el palacio del Emperador Belos ubicado en las Islas Hirvientes, un mundo ubicado en otro universo, donde nos adentramos en una habitación muy especial que es la de uno de nuestros protagonistas de esta historia que se llama Hunter pero es más conocido por todos como el Golden Guard quien estaba intentando hacer que su palisman llamado Li'l Rascal se tranquilizara porque si no los guardias se lo llevarían a su tío, que es el emperador para absorberlo, pero no esta funcionando que digamos.

Hunter: ¡¿Podrías guardar silencio por favor?! ¿No ves que te van a descubrir?

Li'l Rascal: -Silbidos-

Hunter: Solo... trato de protegerte.

Li'l Rascal: -Silbidos-

Hunter: Él te matara, al absorber tu vida para que él viva más.

Li'l Rascal: ...

Hunter se tira en su cama para descansar un poco, pero Rascal se puso sobre su frente y eso no lo dejaba descansar por lo que volvió a charlar con él.

Hunter: -Suspira- ¿Qué voy hacer contigo?

Li'l Rascal: -Silbidos-

Hunter: ¿La humana? ¿Qué pasa con ella?

Li'l Rascal: -Silbidos-

Hunter: ¿Qué le pida ayuda? No necesito su ayuda, ya bastante tuve con ella por esta noche, además volvemos a ser enemigos ya que nuestra alianza fue temporal.

Li'l Rascal: -Silbidos-

Hunter: Dije que no. 

Li'l Rascal: -Silbidos-

Hunter: -Suspira- ¿No dejaras de tratar de insistirme verdad?

Li'l Rascal: -Silbidos-

Hunter: De acuerdo, iremos con la humana, pero será la última vez que haga una tregua con ella.

Hunter se pone su uniforme de Golden Guard, esconde en un lugar seguro a su pequeño amigo palisman, agarra su cetro y estaba a punto de salir del palacio se encontró con una terrible sorpresa.

Kikimora: ¿A dónde vas a estas horas, Golden Guard?

Golden Guard: Es que el Emperador me mando a buscar una nueva sustancia llamada queca.

Kikimora: ¿Queca?

Golden Guard: Que carajo te importa.

Kikimora: Que simpático, pero eso no responde a mi pregunta -Seria-.

Golden Guard: Patrullaje nocturno ¿Feliz? ¿Ya me puedo ir, energúmena?

Kikimora: Mmm, como sea, apropósito ¿Supongo que ya sabes que dos misteriosos individuos han evitado mi entrega de palismanes para el Emperador, no?

Golden Guard: Aja.

Kikimora: No se por qué, pero uno de ellos se parecía mucho a ti.

Golden Guard: ¿Me estas acusando de traición? Porque si es así en mi defensa jamás me uniría con un extraño o extraña para hacer tal cosa como esa contra el Emperador.

Golden Guard: Hablando de ese tema ¿No deberías estar buscando a tu mascota en este momento?

Kikimora: Mmm, posiblemente, pero no te quitare el ojo de encima, te estaré vigilando.

Golden Guard: Si, si como sea, igual solo se te ve uno de tus ojos.

Luego de terminar esa incomoda y odiosa conversación, les ordeno a los guardias abrir la puerta para irse volando en su cetro para ir a su destino que es la Casa Búho, Rascal sale de su escondite que estaba dentro de su capucha y se coloca encima de uno de sus hombros.

Li'l Rascal: -Silbidos-

Golden Guard: Lo siento, no creí que eso pasaría, me tomo por sorpresa también.

Golden Guard: Muy bien, debo planear bien que decirle.

Golden Guard: Psst, humana... perdón por todo lo que hice antes pero necesito tu ayuda... demonios, esto no va a funcionar.

Pasa un tiempo de viaje y al fin ambos llegan a su destino y aterrizan no muy cerca de la casa, arriba junto a la ventana.

Hunter: Lamento si no nos estacione tan cerca, pero no quiero estar muy cerca de... ya sabes quien, la bestia que vigila la casa.

Li'l Rascal: -Silbidos-

Hunter: Tratare de ver si la humana se encuentra aun despierta.

Toca la ventana como un par de veces y se quita la mascara, pero no demasiado fuerte, tampoco quiere despertar a todos los que habiten en la casa, espero unos momentos hasta que al fin recibió una respuesta al ver a Luz la humana abrió la ventana, seguía con su ropa que tenia puesta cuando la conoció por primera vez; se llevo una gran sorpresa al ver a Hunter de nuevo.

Luz: ¿H-Hunter?

Hunter: ...

Hunter: Sorpresa.

Li'l Rascal: -Silbidos-

Luz: Aww, hola de nuevo, pequeño amigo -Sonríe-

Hunter: Humana, la razón por la que vine es...

Luz: Luz.

Hunter: ¿Qué?

Luz: Me llamo Luz, no humana.

Hunter: Bueno, como sea, la razón por la que vine es... bueno primero... perdón por lo que hice antes.

Luz: No hay problema, hiciste lo correcto al ayudarme a salvar a los palismanes, yo ya te disculpe, Hunter. Pero creo que eres tú el que se tiene que disculpar consigo mismo ahora.

Hunter: Si... quizás, como digas.

Luz: Bueno si eso es todo tengo que... uy... veo que tienes una nueva cicatriz muy pronto.

Hunter: ¿Qué? Oh, no es nada, solo es un pequeño... rasguño.

Luz: Espero y te mejores.

Hunter: Gracias, y no, no es todo, iba a decirte otra cosa.

Luz: Haber, te escucho.

Hunter: No sabrás como cuidad a los palismanes... ¿O si?

Luz: Mira eso, el gran prodigio adolescente malo necesita mi ayuda.

Hunter: Si, si muy divertido, pero hablo enserio.

Luz: Bueno, Hunter, no soy muy experta se podría decir porque aun no tengo mi propio palisman.

Hunter: ¿Ósea que vine hasta aquí para nada?

Luz: ¡Oye! No te pongas de gruñón ahora mismo.

Luz: Tal vez no tenga mi propio aun, pero pronto lo tendré, ya que Eda y King me consiguieron la madera especial para hacer mi propio.

Hunter: Wow, debió costarles mucho conseguirla.

Luz: No tienes idea.

Luz: Como te decía, cuando tenga mi palisman hare muchas cosas con él.

Hunter: ¿Cómo cuáles?

Luz: Sacarlo a pasear, alimentarlo, quizás jugar unos juegos con él.

Hunter: ¿Eso es todo?

Luz: Obvio no, hay más, me gustaria seguir contarte pero quiero volver a dormir, pásate mañana por aquí para que pueda seguir contarte.

Hunter: Esta bien, que descanses.

Luz: Gracias, tú igual.

Luz cierra la ventana y vuelve a dormir, Hunter se queda ahí por unos momentos hasta que se puso de nuevo su mascara y regreso al palacio junto a su palisman, se quita su uniforme y se acuesta en su cama y Rascal se acuesta a su lado.

Hunter: La humana es muy...interesante, descansa, amiguito. Mañana será otro día para volvernos a encontrarnos con ella.

Y así finalmente, los dos se durmieron, para luego poder despertar y empezar un nuevo día.