26. Pensamientos

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Capítulo 26

Mi mirada está enfocada en nuestras manos donde nuestros cuerpos hacen contacto, el aire no llega a mis pulmones, a diferencia del color que si sube a mis mejillas.

Una especie de corriente eléctrica acompaña a nuestro contacto.

¿Qué está pasando? ¿Por qué me siento así?

Nunca antes me había sentido de la manera en la que me siento ahora con Keylan.

—¿No quieres darte un baño? —pregunta sacándome de mis pensamientos.

Aclaro la garganta e inhalo todo el aire que puedo.

—Ehh,... Si —respondo con voz temblorosa.

—Entonces ve —indica.

Yo asiento y me giro en mi puesto para ir hacia el baño donde estuvo Keylan.

Antes de cerrar la puerta pienso mucho mejor las cosas.

—Creo que mejor me voy a mi casa —alego.

Keylan niega lentamente frunciendo el ceño.

—Entonces espera, termino de vestirme y las llevo —ofrece.

—No es necesario —refuto.

—Campanita, no fue una pregunta —replica. —Solo te informe.

Y con eso me deja sin palabras.

Keylan se acerca a su armario y abre unos cajones, saca ropa. Se gira y me mira con una pregunta clara en su rostro. Sigo aquí.

Me doy la vuelta y salgo de la habitación dando un portazo sin querer.

—Elaine ¿paso algo? —pregunta mi hermana sobresaltándome en la puerta de la otra habitación a un lado de la de Keylan.

—¿No estabas dormida? —pregunto evitando su pregunta.

—Si, pero un grito me despertó —se queja. —Por suerte Luka sigue dormido.

Ese grito salió hasta sorprendiéndome a mí misma, cuando estoy con Keylan no tengo el control por completo en mí misma, en ese momento no era consciente de que Dey y Luka estaban dormidos.

—Lo siento —murmuro avergonzada.

—¿Tú gritaste? —pregunta con la angustia clara en su voz. —¿Por qué?

—No fue nada, ya nos vamos —informo.

Ella asiente no muy convencida fulminándome con la mirada.

Un tono retumba por todo el departamento, ¿De dónde viene eso?

Keylan debe haber conectado su móvil a algún estéreo aquí y pondrá música, seguramente, que más podría ser si no es eso.

Dey sale de la habitación en la que estaba con Luka en brazos y una cobija sobre él.

—¿Por qué nos vamos tan pronto? —refunfuña

—Es lo mismo que yo quiero saber —rebate Keylan.

Ya está vestido con un calentador verde oscuro. Su cabello tiene el aspecto despeinado de siempre que lo hace ver apuesto. La imagen de él estando de pie en frente mío, desnudo viene a mi mente y al instante siento mis mejillas teñirse de rojo.

—Tenemos que ir a preparar el almuerzo —balbuceo.

—Es una broma —se mofa Dey.

—No, estoy hablando muy enserio tenemos que ir a cocinar —discuto.

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