¿Cómo conquistarte?

21. Helado

Capítulo 21

—Pequeña Waller, nos ira bien no hay de que preocuparse —habla Callum a mi lado mientras acaricia mi hombro.

Sentados en las sillas del pasillo afuera del aula de clases donde tendremos que defender nuestro proyecto, esperando a que el otro grupo termine su presentación, es un momento muy importante para mí y crítico de lo que pueda pasar con el siguiente semestre.

Al no alcanzar a tocar el piso con mis pies y estos quedar colgados en el aire, los muevo inconscientemente por culpa de los nervios. Es una manía que he adaptado una vez entre a la universidad.

—Y si me equivoco —insisto en un susurro.

Es extraño que este aquí con el chico al que menos soporto, esperando que me de aliento y me ayude a disminuir los nervios, pero es precisamente lo que estoy haciendo. Por primera vez desde que conozco a Callum no me siento incomoda con su compañía o su presencia en sí.

—No seas pesimista—replica. —No creo que en el mundo exista algo que Elaine Waller no pueda hacer —anima. Su mirada se suaviza al decir estas palabras.

Lo observo por un momento asimilando lo que él acaba de decirme. Jamás pensé que alguien tuviera mucha más fe en mí, de la que yo misma tengo.

Las comisuras de mis labios se elevan, formando una sonrisa, Callum baja su mirada a mis labios y también sonríe. En este momento no se dónde ha quedado el Callum arrogante al cual me he topado día tras día en las clases.

—Gracias —suspiro.

La puerta del aula se abre y mis compañeros salen al pasillo con expresiones serias y murmurando entre ellos.

El miedo empieza a crecer de nuevo dentro de mí, pero recuerdo las palabras de Callum, respiro hondo y empiezo a repasar en mi mente todo el discurso que tengo que dar para la explicación.

—¿Lista? —pregunta Callum.

Regreso la mirada a su sitio, de pie frente a mi ofreciéndome su mano. ¿En qué momento se levantó?

Tomo su mano no muy segura —aunque ahora tengo la sensación de que no podría salir nada mal, debido a que Callum no me dejaría caer— y entramos al aula.

El profesor está sentado en la tercera fila de los asientos donde usualmente estamos nosotros, veo a dos de mis compañeros Jair y Paula conectar la laptop en donde tenemos las diapositivas al proyector.

Callum empieza presentando al grupo y dando una breve introducción del tema de nuestro proyecto con mucha confianza.

Luego es mi turno, así que tomo una gran bocanada de aire tratando de alivianar los nervios y que no se noten en mi voz.

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Salimos del aula, satisfechos a diferencia del grupo anterior, pero yo aun no puedo asimilar que nos haya ido más que bien.

Observo a mi alrededor y solo veo a Callum mirándome con una sonrisa y sus brazos cruzados, nos hemos quedado solos en el pasillo. Estaba tan sumida en mis pensamientos que ni siquiera me percate del otro grupo cuando entro al aula, pero escucho la puerta chocar con el marco de esta al ser cerrada.

Su mirada se encuentra con la mía.

—Lo ves, todo salió bien —comenta.

Sin poder reprimir más la emoción me lanzo a sus brazos y me rodea la cintura. Él me animo, me ayudo dándome algo de confianza y agradecía que no se haya ido aún.