24. Cariño

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Capítulo 24

Había querido ayudar a mi hermana a preparar el desayuno en la hermosa cocina de Keylan, pero no me lo permitió, dijo que era algo como un desayuno para hacer las paces que lo prepararía ella.

Veo a Keylan aparecer en la sala de su departamento con ropa deportiva, una pantaloneta y un bividi azul marino.

—Te puedo preguntar algo —murmure.

Keylan me mira y asiente no muy seguro. Y eso hace que empiece a dudar en si debería hacer esa pregunta, pero necesito saber la razón o empezare hacerme películas en la cabeza.

—¿Porque nos trajiste aquí? —pregunto finalmente.

Enarca una de sus cejas y suelta una leve risa la cual me pone algo nerviosa.

—Para que disfruten de un desayuno casero y saludable —explica sentándose en uno de los muebles cerca de mi sobrino quien juega con sus juguetes en la alfombra del mismo color de los muebles.

—No te da miedo que quememos tu cocina —relato.

—Cuando eso suceda, tendré a la mano el extintor de incendios —puntualiza. Levantando los hombros.

Luka suelta una carcajada contagiosa por alguna razón que desconozco y ambos nos unimos a su risa.

—Debes querer mucho a esta niña, para invitarnos a tu casa a desayunar —platica Dey entrando a la sala con un trapo en manos y enarcando una ceja.

Conozco esa expresión en mi hermana, esta en plan "averiguare tus intenciones con mi hermanita" siempre lo ha hecho, ni siquiera Dorian se había librado de esto, a pesar de haberlo conocido desde que éramos niños.

Aclaro mi garganta para llamar la atención de ella.

—Dey —llamo con voz grave.

—Le he llegado a tener cariño, bueno quien podría resistirse a querer a Campanita —aclara sin apartar la mirada de mi sobrino.

Mis mejillas se han calentado, seguramente tiñéndose de rojo y no puedo apartar la mirada de él, aunque debería hacerlo porque de lo contrario descubriría el sentimiento que está empezando a crecer en mi corazón.

Algo me dice que lo que acaba de decir lo ha hecho sumergido en sus pensamientos. Aunque mi expresión al escuchar esa oración que hace que mi corazón de un vuelco y una cálida sensación empiece a crecer en mi pecho, no sea una indiferente.

—¿Campanita? —pregunta con picardía Dey y logro salir de la ensoñación en la que estaba atrapada.

Sin embargo, sigo estando en estado de shock aún.

Keylan mira a mi hermana y creo que entonces se da cuenta que acaba de decirle a mi hermana el mote que me ha dado.

—Eh... ahora vuelvo —musita y se pone de pie.

Acaso Keylan había dicho claramente que me quiere, todas las veces que me ponía a pensar en eso, siempre creí que me tomaría mucho mas tiempo para eso, no soy una persona que se gane el cariño de los demás con facilidad, pero él menciono que me ha llegado a tener cariño, saber que de alguna forma él siente algo, aunque sea pequeño por mi me hace tener esperanzas de que las cosas entre los dos podrían funcionar.

Quizás por eso también él acepto ayudarme a conquistar a mi chico.

—Tierra llamando a Elaine —enfatiza Dey.

Parpadeo varias veces para enfocar mi mirada en ella, quien me mira con entusiasmo y una sonrisa de oreja a oreja. Me había quedado observando el lugar que había dejado Keylan al irse a su cocina mientras me sumergí en mis pensamientos.

¿Cómo conquistarte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora