¿Cómo conquistarte?

45. Harás lo que sea

Capítulo 45

Es algo que no podía terminar de asimilar, Noah, el primo de Keylan es el papá de Luka. Es el chico que Dey se había reusado rotundamente a presentar a mis padres cuando se entero que estaba embarazada.

—Campanita, ella debe tener sus razones para no decir nada —comenta Keylan arrimado al armario con stickers de spiderman.

Ha pasado una hora desde que subimos a la habitación de Keylan, y dejar a Dey con Noah y a Luka con la madre de Keylan.

La expresión de Noah, al ver a mi hermana viene a mi mente.

Es cierto, Dey debe tener buenas razones para hacerlo. Para ni siquiera habérselo dicho a él.

Solo asiento.

—Esta bien —murmuro.

Keylan levanta mi rostro con su mano bajo mi mandíbula. Estoy tan perdida de la realidad tratando de comprenderla  que ni siquiera he sido consciente del momento en el que se acerco a mi.

—Es mejor que bajemos a la cena —indica, dedicándome una suave sonrisa.

Esa sonrisa siempre me hacia sonreír, pero en este momento en el que trato de comprender lo que estaba pasando. Me transmitía calma.

Sujeto su rostro con mis manos y presiono mis labios contra los suyos en un acto que se ha vuelto tan familiar.

Acaricia mi mano y la sostiene, se pone de pie y con un ligero movimiento de mano. Me invita a levantarme, salimos de su habitación y bajamos las gradas a la sala de estar en donde todos los familiares de Keylan están sentados alrededor de un comedor lleno de comida, de colores vivos y alegres.

Los nervios por estar rodeada de personas que bien podrían inundarme de preguntas sobre mi vida o mi familia me invaden. Keylan da un ligero apretón a mi mano, provocando que vuelva mi mirada a él, que me observa con cariño. Tratando de indicarme que no me dejaría sola.

Tomo asiento junto a Keylan en dos lugares que han dejado libres, Keylan no suelta mi mano, la sujeta bajo la mesa sobre mi regazo y le da suaves caricias con la yema de su dedo pulgar.

Levanto la mirada de nuestras manos entrelazadas, y me encuentro con Dey que esta sentada junto a Noah, quien sostiene en brazos a Luka. Noah observa cada movimiento de Luka, y mi pequeño sobrino sostiene una presa de pavo en su mano y se la lleva a la boca, manchando su rostro con el aderezo de este.

Dey gira su rostro y nuestras miradas se encuentran, da un pequeño asentimiento de cabeza y sonríe.

Eso es todo.

Es todo lo que necesito para saber que no tenia que seguirme preocupando por lo que estaba pasando, que ella tenia todo bajo control.

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Me aferro con fuerza a la chaqueta de Keylan, como si mi vida dependiera de ello, aunque técnicamente lo hacia.

—Ven, dame la mano —indica tratando de zafar mi agarre de su brazo.

—No, no —chillo aterrada. —Si te suelto me caeré.

Mi chico fitness suelta una suave carcajada y a pesar de la situación en la que estaba no podía evitar sonreír ante ese sonido.

—No te caerás —convence. Vuelve a intentar zafar mi agarre. —Vamos. Confías en mi.

A la vez que dice eso me encuentro con sus hermosos ojos color avellana.