44. Me falta algo

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Capítulo 44

Recostada en el pecho de Keylan mientras observamos las estrellas en el cielo, pienso en como es que han pasado dos meses desde que acepte ser su novia, las cosas con Lia han vuelto a la normalidad, pero, no se sentía bien. No he hablado con ella nada con respecto a lo que paso. Simplemente, volvimos a hablar, ella llego a casa de Keylan un día que yo estaba ahí y nos llevo snacks a ambos y dijo que nos necesitaba. 

Vimos películas durante todo el día y la mitad de la noche.

—¿Estas nerviosa? —pregunta con esa voz tan cálida a la que me he acostumbrado.

Esa voz me trasmite calma, seguridad.

—No —miento. —Un poco.

—Todo saldrá bien. Ellos te amaran —anima jugueteando con mi cabello.

—¿Y si ven algo en mi que no les agrada? —refuto.

—No tienes que preocuparte por eso. Quiero a mi familia y todo, pero, al fin y al cabo estas conmigo no con ellos, y a mi me gustas tal y como eres —comenta.

La forma en como intenta hacer que los nervios que siento se esfumen como el vapor, hace que las mariposas en mi estomago se alboroten mas, la ilusión en mi pecho y el cosquilleo en la boca de mi estomago crezcan. Aumentando su intensidad. 

Me siento sobre mis pies y sujeto su rostro con ambas manos, acaricio suavemente sus mejillas, mientras lo observo directamente a los ojos, no se que hacer para que él entienda como me hacia sentir. Así que solo acerco mi rostro al suyo y lo beso. Un cariñoso y delicado beso, en el que disfruto de cada roce de sus labios con los míos, la suavidad de estos. Sujeto su labio inferior entre mis dientes para darle una pequeña mordida.

Me había vuelto toda una experta en besar a mi chico fitness, esa acción hace que él sonría y sujete mi cintura para acercarme mas a él. Sin darme cuenta, el beso empieza a ser ansioso por saborearnos el uno al otro, apasionado. Despertando cada milímetro de los nervios en mi cuerpo, provocando que el deseo se incremente.

El beso dura solo unos segundos mas, Keylan desciende a mi cuello provocando que suelte un jadeo. Lo siento sonreír sobre mi piel, da un ultimo roce a mis labios, se aparta y acaricia mi rostro.

—Eres muy hermosa —susurra sin apartar la mirada.

Siento mis mejillas calientes bajo su tacto, le sonrió.

—Tu eres muy guapo.

—Mas que el chico al que querías conquistar obvio —indica con humor.

Rio y él se pone de pie.

—Acaso lo que escucho son celos señor Castle.

Me ayuda a ponerme de pie y entonces, la brisa fría de la noche llega a mi cuerpo completo, llegando sin obstáculos en el camino. Empiezo a temblar y mis dientes empiezan a tiritar. Me abrazo a mi misma y froto mis brazos.

Quisiera meter mis brazos bajo su chompa y envolver su torso con ellos, para poder entrar en calor, pero no lo hago. 

—No lo estoy, porque ahora estoy contigo y él no. —menciona con orgullo.

Entonces como si al haber dicho esa frase me hubiera dado permiso para hacer lo que quería. Meto mis brazos bajo su chaqueta y lo abrazo, para acercarlo a mi, hasta que nuestros pechos se tocan. Recuesto mi mejilla sobre su pecho y respiro profundamente. Entrando en calor cierro los ojos.

Pero estoy con él. Pienso para mi misma.

—Estas conmigo Campanita —indica.

—Si mi chico fitness estoy contigo.

¿Cómo conquistarte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora