23. Charla

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Capítulo 23

Bebo un vaso de agua, mientras veo a mi hermana recostar a mi sobrino en la cama, pasó jugando toda la tarde conmigo y mis amigos, incluso Keylan había jugado con él, fue algo muy tierno verlo hacer muecas para que Luka se riera, y cuando lo conseguía él también reía.

El móvil vibra sobre el libro de portada engañosa, mostrándome en la pantalla que tengo una videollamada de mis padres. Entro en pánico y veo a mi hermana, quien me mira con el ceño fruncido, le muestro la pantalla de mi móvil y sus ojos se abren en sorpresa.

¿Qué se supone que haga?, si no respondo se enojaran. Esa fue una de sus condiciones para permitirme venir a estudiar aquí a Liradas. Que tenia que responder a cada una de sus llamadas, por un momento se me pasa la idea de salir de la habitación a contestar, pero la elimino de inmediato, se preguntaran porque no estoy adentro.

Y ahora mi sobrino esta dormido, y puede que mis padres vean a mi hermana.

—Responde —habla con tono serio —. Si no respondes se enojarán, no quiero meterte en problemas.

Asiento rápidamente al instante que trago grueso.

—Pero trata de que la cámara no me enfoque —añade.

Vuelvo asentir y respondo a la llamada mostrando la pared en donde está mi escritorio.

—Señores Waller —contesto con nerviosismo.

—Felices 22 mi niña —gritan mis padres al unisonó.

Miro de forma apresurada a mi hermana y a mi sobrino, para asegurarme de que Luka no se ha despertado. Dey acaricia lentamente la cabeza de mi sobrino y tiene su rostro cerca de él, y le da castos besos en su frente.

—Gracias, ya estoy envejeciendo —bromeo.

—Ay cariño, no es cierto —consuela mamá.

—El jueves cuando llegues te llevaremos a festejar como se debe —informa papá.

Llego el momento.

—De hecho, iré el domingo —declaro.

Mis padres me miran extrañados y las sonrisas con la que me habían saludado han desaparecido.

—¿Por qué quieres quedarte más tiempo allá? —pregunta papá.

—Tengo que terminar unas cosas aquí, para poder estar tranquila ahora que vaya —explico, pidiendo que me crean y no me cuestionen.

—Podrías hacerlas aquí y luego volver si es necesario entregar a alguien —empieza papá.

—Patrick no empieces, confía en ella —defiende mamá.

Papá suelta una gran bocanada de aire y mira no muy convencido a mamá.

—Bien, pero el domingo te estaremos esperando —responde papá.

Asiento con una sonrisa fingida, odio estos momentos en los que me hacen sentir en aprietos, pero entiendo que se preocupan y me cuidan.

—Bueno cariño, te llamábamos para felicitarte por tu día, así que te dejamos para que descanses —concluye mamá.

—Esta bien, entonces nos vemos el domingo...los quiero —finalizo la llamada.

Miro a mi hermana esperando a que me diga algo, pero no lo hace. Topar el tema de mis padres cuando apenas estamos empezando hablarnos no es una buena opción, no sé cómo reaccionaría.

—Quieres que te preste una pijama —pregunto.

Dey me mira y niega poniéndose de pie.

—No, si traje ropa para estos días Eli —explica.

¿Cómo conquistarte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora