36. Reencuentro

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Capítulo 36

Froto el dorso de mis manos sobre mis ojos, limpiando a la vez las lagrimas que he derramado, debo estar confundiendo a alguien mas.

Al abrirlos de nuevo, una vez que mi vista se aclara, confirmo que si es Dey.

Ella alza la mirada y se encuentra conmigo, sonríe y me saluda con la mano, hago lo mismo y me dirijo al sendero que me lleva a la cima del tobogán de piedra.

—¡Elaine! Ni se te ocurra meterte al lago con esa ropa —indica mamá a unos metros de mi.

Mis papás.

Había olvidado que mis papás también están aquí, doy una rápido vistazo a donde esta Dey quien juega con Luka salpicándole un poco de agua con sus manos, mientras mi sobrino ríe.

Verlos tan felices me hace sonreír, va a ocurrir, por mas que lo pensara, no había forma de escapar de esto.

Dey y mis padres se encontrarían.

—Mamá, podemos ir a ver las cabañas que hay cerca de aquí —pido casi suplicando.

Podría alejar a mis padres del lago por unos minutos y Dey tendría tiempo de esconderse.

—Si esta bien —accede con gusto.

—A las cabañas ¿para qué? —pregunta papá.

—Para que pasemos aquí la noche papá —indico lo mas obvio.

—¿La noche? —pregunta papá.

—Pat, no vas hacerme dormir en el auto —exige mamá autoritaria.

Al darse cuenta del tono de voz con el que mi madre le habla, papá, aclara su garganta y observa a todos lados menos a ella.

—No pensaba hacerlo cariño.

Aprieto mis labios para reprimir la risa que amenaza con escapar de mi boca.

Si que lo pensaba.

Mamá lo observa achicando los ojos para aumentar la amenaza a mi padre. Empieza a caminar en dirección contraria al sendero, a donde se encuentran situadas las cabañas.

Doy un rápido vistazo en dirección de la cima de la cascada, donde Dey sigue jugando con Luka. Ella aun no ha visto a mis padres.

Tranquila, no dejare que te vean.

Cuando alcanzo a mis papás veo a mamá con una barra de chocolate a la mitad, de pie junto a papá, que esta haciendo el trato para alquilar una cabaña. Con un señor regordete con un sombrero de paja.

Decido mantener mi distancia, me acerco a un árbol con las hojas mas bajas, levanto la mano y me enfoco en sentir la textura de la hoja, el canto de los pájaros aquí se escucha con claridad, cierro los ojos, inhalo y sin pensar en nada me enfoco en disfrutar de la paz y tranquilidad que me da este lugar. 

Hasta que algo pica mis costillas causándome cosquillas, abro los ojos a la vez que me aparto de el objeto, pero me encuentro con papá.

—Él que llega ultimo al lago, se encargara del próximo antojo de tu madre —reta y empieza a correr.

Yo sin volver del todo a la realidad, observo a mamá quien disfruta de su chocolate que ya esta por terminarse y camina con calma, tiene una sonrisa en su rostro y al mirarla a los ojos, entiendo que estará bien si la dejo sola.

Así que, empiezo a correr lo mas rápido que puedo, sintiendo los músculos de mis muslos y los de atrás de la rodilla estirarse. Esa sensación siempre me ha asustado y es la causante de que haya quedado en ultimo lugar en las carreras que tomaban como pruebas en educación física en el colegio.

¿Cómo conquistarte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora