2. El Mensaje

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Capítulo 2

Debo haberme quedado dormida en algún momento y no me di cuenta. Estoy segura de que Keylan no es consciente de mi existencia, de lo contrario lo habría notado ¿verdad?

Me abofeteo un par de veces, pero parece que no logro despertarme, oh si, camino hacia el baño y mojo mi rostro, el agua helada hace que me empiecen a castañear los dientes. Pero descubro que estoy despierta o no me estaría congelando con el agua en mi rostro.

Eso no importa, no en este momento, ahora que sé que estoy despierta, no sé si emocionarme o asustarme. Talvez ya se enteró que me gusta, pero ¿cómo? No se lo había dicho a nadie ni siquiera a mis mejores amigos.

—¡No seas cobarde! Es solo un mensaje —me anime a mí misma.

Con nervios agarro el móvil del pequeño mueble donde había estado sentada viendo la serie que me partió en pedacitos el corazón, tengo suerte que haya caído ahí.

Lo encendí y entre a la bandeja de mensajes en WhatsApp. Antes de que se termine de cargar por completo cierro mis ojos fuertemente.

Respiro profundamente y los abro despacio primero un ojo. Había solo un sticker. Espera ¿qué? Tanto drama por un simple sticker de un gatito pensativo con anteojos.

Bien Elaine. Me regañe internamente.

Talvez debería responder su mensaje. Seria de mala educación si no lo respondo, no quiero que piense que soy borde. No salgo de mi casa los fines de semana como los demás, pero soy divertida. Ver películas en mi laptop con un tazón de palomitas y chocolatinas era divertido ¿no?

Debería dejar de pensar mucho en esto, así como con las tareas luego del trabajo, tengo tanta pereza y cansancio, pero no pienso en lo que voy a hacer solo lo hago y ya.

Okey. Le responderé.

Un hola ¿estaría bien? Es un saludo. Creo que sí.

Abro de nuevo el mensaje, y empiezo a escribir un hola, antes de presionar el botón de enviar. Caigo en cuenta que él no me saludo, solo me envió un sticker de un hermoso gatito, bueno por el lindo sticker lo disculpo por no haberme saludado antes.

Mi móvil empieza a vibrar en mis manos y se me resbala cayendo en la alfombra lila peluda a mis pies. ¡Demonios!

Dudosa lo agarro de nuevo y en la pantalla muestra una llamada entrante de Amelia. Suelto el aire que no me di cuenta estaba conteniendo y contesto.

—Si, hola.

—¡Hey!, ¿estas bien?, suenas como si hubieras hecho ejercicio.

—¡Si!, ¡claro! yo haciendo ejercicio —digo con sarcasmo.

—Bueno, no importa. Te llame por algo.

—¿Qué paso?

—Mañana Marcus estará cerca, y lo convencí para que te diera un aventón.

—No es necesario Lia, me gusta ir en bus, así...

—Lo se. Pero no te pregunté, necesito que llegues lo más pronto así que no quiero excusas. Podrás disfrutar de tu soledad en otro momento.

—Como di... —dije resignada y empezó a sonar un bip en mi oreja.

Me colgó.

Mi mejor amiga era algo mandona, había tomado esa actitud el último año al darse cuenta que sería difícil convencerme de ir a fiestas.

La pantalla del móvil en mis manos volvió a mostrar el mensaje.

Bien, enviare un sticker. Busco uno de un pitufo modelando con las manos atrás. Pero por error envió uno de un conejo con corazones alrededor. ¡Carajo!, ¿Cómo borro esto?

¿Cómo conquistarte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora