40. El premio de mi corazón herido

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Capítulo 40

—Vamos a la fiesta —ofrezco saltando a la cama donde se ha recostado Dorian. Tomándolo desprevenido.

—Creí que no querías ir —responde brindándome una sonrisa divertida.

Es cierto, si hace unos días me preguntaban si iría a esa fiesta, mi respuesta habría sido un rotundo no, pero, quería divertirme, demostrarme a mi misma que puedo seguir con mi vida sin ellos.

—No quería —respondo. —Pero ahora si quiero —le sonrió.

—Y si mañana cuando estemos en la puerta de Marcus no quieres —replica. —Y sabes que lo harías, así que no lo niegues.

Abro la boca para decir algo, pero la vuelvo a cerrar, Dorian tiene razones para pensar que haría eso y yo también.

Para mi buena suerte, he mejorado con mi técnica de esconderme, no me he cruzado con Amelia y Keylan, siguen dejando mensajes en mi móvil pero los ignoro, cuando los veía cerca, corría y me escondía. Ya no quiero seguir pareciendo desquiciada, al salir corriendo de la nada, porque siempre conseguía que las miradas de las personas a mi alrededor se centraran en mi.

—No habrá vuelta atrás, además he pensado que necesito usar este vestido —informo poniéndome de pie. Saco de uno de los cajones de mi armario y le lanzo el pedazo de tela plateado sobre su pecho.

Frunciendo el ceño Dorian lo estira para verlo, abriendo los ojos como platos al instante.

—Bien, iremos —accede y yo doy brinquitos de felicidad en mi lugar.

Una vez convenzo a Dorian de ir a la fiesta de Marcus, me queda un día para esconderme de mis némesis. Hasta la noche que los veré, pero si mi plan marchaba bien. Les diría que no quiero saber nada de ellos y me iría a mi habitación tranquila y en paz.

Con los cuadernos entre mis brazos, mi mochila colgando sobre mi hombro y mi cabello suelto para que me sirva de cortina en caso de que necesite un escondite y no pueda esconderme en ningún sitio, camino entrando al edificio de mi clase.

—Hola pequeña Waller —saluda animadamente Callum. Me giro para verlo y cuando esta en mi campo de visión, le sonrió.

—Hola Callum —respondo, pone su brazo sobre mis hombros acercándome a él. 

Apunto de apartarlo y alejarme de su toque, veo a Keylan caminando con una carpeta, su ceño fruncido mientras la revisa. No se si logra sentir mi mirada, pero la levanta y sin esfuerzo se encuentra con la mía, entonces decido que es un buen momento para dejar el brazo de Callum donde esta.

Trago grueso, intento acelerar el paso, pero Callum empieza a explicarme algo que no logro entender porque mi atención esta puesta en el chico que esta caminando en nuestra dirección.

—¿Desde cuando son tan amigos? —pregunta Keylan cuando esta lo suficientemente cerca.

—¡Keylan!, ¡amigo! Pues ya ves, a la final la pequeña Waller acepto pasar tiempo conmigo —presume.

En otras circunstancias habría dicho algo para que Keylan no piense mal, pero ahora no me importa lo que piense o al menos intento no demostrar que me importa.

—¿Eso es cierto? —pregunta posando su hermosa mirada avellana en mi.

Callum me suelta y yo me siento desprotegida, así que solo levanto los hombros y empiezo a caminar para alejarme de ellos. 

—Elaine —llama Keylan y sujeta mi brazo. —Necesito hablar contigo —pide haciéndome alzar la vista para encontrarme con su mirada.

Él aun tiene el poder de hacerme ceder, aunque no sé desde cuando lo tiene, no era consciente de que lo tenia.

¿Cómo conquistarte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora