41. Aléjense de mi

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Capítulo 41

Antes de darme cuenta de lo que iba a decir, ya lo había dicho. El rostro de Keylan se contrajo. No logro descifrar su expresión y no lo intento.

—Mejor me voy —anuncio.

Abro la puerta de la habitación y salgo a paso apresurado hasta llegar al pie de las gradas, donde veo a Dorian y él alivio se asienta en mi pecho, sin pensarlo mucho al ver de reojo a Keylan salir de la habitación en donde habíamos estado antes, bajo corriendo y me lanzo hacia Dorian, mi amigo por el impacto inesperado pierde el equilibrio.

Como reacción a eso yo cierro los ojos y me sujeto con más fuerza de su cuello.

—Enana, pudimos habernos caído —indica cuando se deja de tambalear.

Me deja sobre el suelo por mi cuenta.

—Podemos irnos —pido.

Dorian sujeta mi rostro y me analiza.

—¿Por qué estas tan sonrojada? —pregunta frunciendo el ceño. —Creo que bebiste más de la cuenta.

Mi querido dino, si supieras porque. El recuerdo de lo que acababa de pasar con Keylan viene a mi mente y mis mejillas se calientan mas.

—Si, creo que si. Nos vamos.

—Claro —pasa su brazo sobre mis hombros, antes de que empecemos a caminar hacia la puerta de la casa se detiene, giro mi rostro para verlo. 

Dorian tiene la vista en algo en el segundo piso, sigo su mirada y me encuentro con Keylan, observándonos con el ceño fruncido. Su cabello mas despeinado de lo usual.

La sensación de haber enredado mis dedos en su cabello y tirar de el ligeramente viene a mi mente haciéndome tragar saliva. Como es que aunque no este tocándome en este momento, aun puede provocar que mis hormonas se alboroten.

Keylan empieza a bajar las gradas y yo tiro de la mano de mi amigo para seguir nuestro camino.

Salimos de la casa y Dorian pone su chaqueta sobre mis hombros desnudos, la fría brisa de la noche hace que mis dientes empiecen a tiritar del frio, me abrazo a mi misma.

—Iré por el auto, espérame aquí —indica Dorian.

Asiento y él se va, dejándome aquí sola. 

Levanto la mirada al cielo, es una noche estrellada, es algo bueno que en este pequeño pueblo en donde estudio, se pueda ver mas estrellas que en Liradas.

No sé que es lo que pasara mañana, ni siquiera sé que hare cuando llegue a casa, quizás mis emociones me ganen y no pueda luchar mas con las ganas de llorar, quisiera ya no verlos a ninguno de los dos. 

Apenas y ha empezado el nuevo semestre, no puedo vivir escondiéndome de ellos en la universidad, creo que lo mejor es que les diga que no quiero tenerlos mas en mi vida.

—Elaine, que haces aquí afuera —pregunta Amelia quien se ha acercado sin que yo me de cuenta.

Amelia viste una falda de cuero negra que le llega hasta la mitad del muslo y un top, con un escote en V plateado, unas botas negras hasta la rodilla con tacón, y lleva el cabello en una coleta alta dejando dos mechones de cabello sueltos que la hacen ver muy bien.

Instintivamente doy un paso alejándome de donde ella hablo.

—¿Estas bien? —pregunta acercándose mas. —No te he visto estos días, y no me has respondido el móvil.

—Estoy bien —suelto apresurada. 

—Espera, te vi alejándote de Keylan dentro, ¿te hizo algo? —pregunta.

¿Cómo conquistarte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora