Capítulo 32
Las palabras abandonan mi boca antes de darme cuenta de lo que estaba diciendo.
Ya era demasiado tarde para remediarlo.
La expresión en el rostro de Keylan era todo un poema, no se lo esperaba, y la verdad yo tampoco esperaba terminar diciendo babosadas.
Inesperadamente, al estar con la mirada fija en él, soy consiente de como la comisura de sus labios se eleva.
—Acaso ¿me has extrañado Campanita? —pregunta con picardía.
Alivio se asienta en mi pecho.
—Si, un poco —respondo quitándole importancia.
Al menos algo de cierto había en esa pequeña frase, dejo ir todo el aire que estaba reteniendo, una vez asimilo la reacción de Keylan, que fue más bien juguetona.
—Quería hacerme extrañar —responde mirándome fijamente. —¿Quieres saber qué hacemos aquí?
Asiento rápidamente.
—No tienes ni idea ¿verdad? —pregunta con intriga enarcando una de sus cejas.
—La verdad es que no.
La chica de antes pone nuestra orden sobre la mesa, así que decidimos comer y luego seguir con la charla, porque como sea, para mi es importante saber que hago aquí.
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—No lo hare —respondo horrorizada.
Miro con extrañez y horror claro en mi rostro a Keylan.
—Tienes que hacerlo, como sabré en que fallas para acercarte a un chico —puntualiza.
Entiendo su punto, es cierto, sin embargo, para mi seguía siendo una locura.
—Estás loco, no pienso pedirle su número a ese chico —replico.
—Campanita, si quieres conquistar al chico que te gusta lo más pronto posible debes hacerlo —comunica como si no fuera algo que no lo involucra.
Si supiera, que en realidad he pasado toda la tarde con el chico al que quiero conquistar, y que nos hemos acercado sin necesidad de un coqueteo.
—¿Y qué? si ya tengo su número —lo reto.
Enarcando una de mis cejas y mirándolo con coquetería.
Eso es, si sabe que ya tengo su número no tengo que practicar la forma en que le pido el número a un chico.
Aunque es cierto, ya tenía su número.
—¿Ah sí? —pregunta curioso.
Doy un paso acercándome más a él y estiro mi cuello haciendo mi cabeza hacia atrás, para poder verlo directamente a sus hermosos ojos color avellana, él me mira fijamente.
No se de donde a salido la valentía con la que estaba actuando hoy, pero ahi estaba y no tenia pensado retractarme.
—S... Si —titubeo.
La cercanía en la que nos encontramos me ha quitado el oxígeno.
—Muéstramelo —reta de vuelta cruzándose de brazos.
Bien, eso no me lo esperaba.
Sin apartar mi mirada, saco el móvil del bolsillo de mi chaqueta, bajo la mirada para buscar su número. Entonces lo pongo frente a su rostro.
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¿Cómo conquistarte?
Genç KurguEl amor puede llegar de maneras inimaginables, en momentos y de personas inesperadas, en la vida hay un bajo porcentaje de personas de las que, sus sentimientos son correspondidos por la persona de sus sueños. ¿Podría Elaine ser parte de ese porcent...