𝗦𝗛𝗬 𝗕𝗢𝗬

𝑬𝒓𝒆𝒔 𝒕𝒂𝒏 𝒆𝒔𝒑𝒆𝒄𝒊𝒂𝒍

—Dime, ¿cómo se siente si toco aquí? —susurró en su oído. Sim se estremeció.

Estaban aún en el vestidor, sentados en el suelo; Heeseung recostaba su espalda en la pared, y Jake, sentado entre sus piernas, apoyaba su espalda en el torso desnudo de su hyung.

—S-se siente raro... ¡Ah! Esa parte es muy sensible... —se quejó, completamente sonrojado.

Lee llevó sus dedos a su boca y los humedeció.

—... ¿Está mejor así? —acarició la punta, que asomaba de su pantalón desabrochado.

—Oh... sí... —susurró, dejando caer su cabeza en el hombro del mayor. —Ah, te odio... No se suponía que esto debía pasar. —murmuró apretando los ojos.

—Créeme, lo planeo desde que te vi. —sonrió dejando besos en su cuello. Luego, envolvió el miembro del menor con su mano y empezó a moverlo de arriba a abajo, apretándolo ligeramente.

—¡N-no, espera-! —llevó su mano a la del mayor. —¡Mmh~! —gimió instantes después.

Su expresión se torció por el placer y luego de estremecerse, todo su cuerpo se relajó.

—Vaya... Eso fue bastante rápido. —el pelinegro sonrió burlón.

—¡Cállate! Fue mi primera vez... —cubrió su cara con sus manos, mientras el mayor le acomodaba el pantalón y lo rodeaba suavemente con los brazos.

—Eres tan especial... —Lee rió bajito, apoyando su frente en la espalda del menor.

—N-no te acostumbres a esta clase de cosas. No te dejaré hacerlo tan a menudo.

—¿No tan a menudo? ¿Significa que quieres repetirlo? —susurró en su oído.

—¡Deja de hacer eso! —se sonrojó y se puso rápidamente de pie. —Solo... vístete. Te espero afuera, dijiste que me dejarías en casa temprano. —le recordó sin ser capaz de verle a la cara.

Salió del vestidor y cerró la puerta tras de sí, mientras Heeseung observaba con una sonrisa la mancha blanca en el suelo.