𝗦𝗛𝗬 𝗕𝗢𝗬

𝑼𝒏 𝒄𝒉𝒊𝒄𝒐 𝒓𝒖𝒃𝒊𝒐

—Joven Lee, hemos llegado. —avisó el chofer por el pequeño parlante que daba a los asientos de atrás. Lugar en donde el joven Lee manoseaba con insistencia a Jake.

                     

—Heeseung... ya tenemos que bajar. —susurró, mientras recibía pequeños besitos en el cuello, y caricias por todas partes.

                     

Un gruñido de fastidio fue su respuesta. El mayor se irguió soltando un suspiro y le ayudó a levantarse también.

                     

Ambos bajaron del vehículo, e hicieron el recorrido al que ya estaban acostumbrados; recepción, ascensor, con la secretaria y al set.

                     

El camarógrafo los recibió con la alegría de siempre.

                     

—¡Joven Jake! ¡Qué bueno es tenerlo aquí hoy también! —sonrió, dándoles la bienvenida.

                     

—Oiga, yo también acabo de llegar. —el mayor fingió molestia en su voz, con una sonrisa divertida. Había llevado a su chico varias veces, y ya todos lo estimaban mucho.

                     

Algunas risitas se oyeron entre los presentes, que arreglaban los últimos detalles, y las luces del set. El menor les resultaba sumamente encantador.

                     

—Los vestuarios ya están listos. Puede pasar a cambiarse. —le indicaron, y el pelinegro desapareció por el vestidor.

                     

—... Hacen una bonita pareja. —comentó el camarógrafo.

                     

—Sí, Heeseung es- ... Espere, ¿qué? —Jake le miró atónito. —No, no, nosotros...

                     

—No se preocupe. Todos aquí ya sabemos que él es bisexual. —explicó riendo ante la cara que ponía el menor. —Además, esa mirada enamorada... me parece que la vimos ya hace unos tres años. Así que ahora es fácil descifrar que están juntos. —sonrió acomodando su trípode.

                     

—¿Tres años? —frunció un poco el ceño, ignorando lo demás.

                     

—Había un chico rubio del que el joven Lee estaba realmente enamorado. No sé qué pasó entonces, me asignaron a un proyecto diferente. —encogió los hombros, ajustando el ángulo de las cámaras.

                     

¿Un chico rubio hace tres años? Tenía que admitir que le causaba curiosidad, así como... un extraño... presentimiento.