"Bien, entonces, para calcular el movimiento rectilíneo uniforme del tren, la fórmula es: posición final es igual a la posición inicial sumada al producto de la velocidad por el intervalo de tiempo. Eso da como resultado 33,75. Entonces, en tres cuartos de hora, el humo recorre... ¡¿humo?!"
Jake levantó la vista rápidamente.
—¡Heeseung! ¿Qué demonios haces con la llama de la estufa tan alta? ¡Está saliendo humo, apágala! —se levantó rápidamente de la mesa y apagó la llama.
—Lo siento.
—¿Qué se supone que era esto? —arrugó un poco la nariz ante la masa negra que humeaba en el sartén.
—Uhm... ¿un omelet? —rascó su mejilla.
—¿No usaste aceite? Se pegó por completo, tendré que rasparlo... —murmuró dejando el sartén en el lavaplatos.
—¿Tenía que poner aceite antes?
—¡Por supuesto! Espera, ¿acaso no sabes cocinar? —alzó una ceja y lo miró.
—Uh... en realidad no. —admitió enrojeciendo. —Pero quería cocinar algo para ti... —bajó la vista.
Sim mentiría si dijera que aquello no le causó una enorme ternura.
—No tenías que esforzarte tanto por mí... —revolvió su cabello. Luego ordenó un poco el desastre que había dejado y limpió con un trapo húmedo. —Tranquilo, cocinaré algo simple y-
—No, yo quería hacer algo por ti y lo haré. —lo tomó de los hombros y lo llevó hasta su silla. Luego, sacó su teléfono y empezó a teclear.
—¿Qué haces?
—Solo espera.
Jake le miraba sin entender, pero finalmente comprendió cuando en la puerta de su casa, apareció un repartidor con una enorme orden de comida.
—Heeseung, esto es demasiado, no tenías que hacerlo... —dijo, aun cuando se le hacía agua la boca, viendo su mesa llena de cosas deliciosas.
—¿Entonces no quieres comer? — sonrió de lado, tomando un trozo de sushi con los palillos y acercándolo a su boca. —Vamos, di "ah". —susurró viendo sus labios.
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𝗦𝗛𝗬 𝗕𝗢𝗬
FanfictionLee Heeseung siempre lo había tenido todo. Dinero, chicas y cualquier cosa que se le antojara. Y estaba acostumbrado a ganar siempre y salirse con la suya. Tal vez por eso la llegada del tímido Sim Jake le causó tanta intriga. Aquel chico no hablaba...