𝗦𝗛𝗬 𝗕𝗢𝗬

𝑬𝒙𝒕𝒓𝒂𝒗𝒂𝒈𝒂𝒏𝒕𝒆

—Jake, ve a ponerte el uniforme. Se te hará tarde. —el señor Sim servía café, intentando dejar su enojo de lado. Tenían visita, así que no era el momento.

El menor asintió en silencio, cruzando miradas con Heeseung antes de irse, quien se había sentado a la mesa invitado por el hombre frente a él.

—... ¿Quieres café?

—Me encantaría, señor.

Hubo algunos momentos de silencio incómodo mientras el más pálido daba parsimoniosos sorbos a su tazón.

—... Me alegra que Jake tenga un amigo. —el hombre rompió el silencio, sentándose a la mesa con su taza humeante entre las manos. —Él nunca fue alguien sociable. Creo... que lo heredó de su madre. —suspiró. —Ella era tímida, pero adorable. Se parecen muchísimo... —murmuró con la vista perdida en algún punto de la mesa.

—Estoy al tanto de lo que sucedió. Lo siento mucho. De verdad. —Heeseung bajó la vista, apretando un poco sus labios. —Pero... quiero que esté tranquilo. Jake significa mucho para mí y nunca permitiría que algo malo le sucediera.

El señor Sim sonrió. —Se nota que se llevan bien.

—No se imagina cuánto. —Hees esbozó una sonrisa, viendo el vapor que desprendía su tazón.

Instantes después, Jake apareció luchando con el nudo de su corbata.

—Agh, esto es imposible... —frunció el ceño, intentando hacer un nudo decente.

—Déjame hacerlo. —Heeseung se levantó y se paró frente a él, pasando las manos por su cuello para acomodar la tela y comenzar a hacer el nudo como todo un experto.

El rubio se sonrojó ligeramente y desvió la vista. ¿Acaso Lee estaba viéndole la boca?

—Parece que eres un experto haciendo nudos, ¿eh? —el hombre sentado a la mesa seguía todos sus movimientos.

—Soy modelo. He visto cientos de veces cómo se hacen. —explicó cortamente. —... Ya está. Te ves guapo, Jakey. —le guiñó un ojo, dándole un pequeño codazo.

—¡Ya! Se nos hace tarde. —se sonrojó y tomó un par de galletas de la mesa para el camino. —Adiós, padre.

—Que les vaya bien. —se despidió, alzando una ceja.

Ese tal Lee Heeseung era... extravagante.