𝗦𝗛𝗬 𝗕𝗢𝗬

𝑱𝒊𝒉𝒐𝒐𝒏

Así lo hicieron. Apenas se vieron, Jake corrió hasta el mayor, que lo esperaba con los brazos abiertos junto a su vehículo, frente a la entrada. Esto fue una sorpresa para muchos, ya que lo último que recordaban de ese par, era que se habían distanciado, luego de los constantes rechazos del menor hacia el pelinegro.

                     

¿De qué se habían perdido? Pronto una explicación apareció en el mural del instituto:

                     

"Anuncio importante
Tengo el agrado de informar que
Sim Jake, mi protegido, es oficialmente mi novio. Por consiguiente, los castigos a quienes
lo molesten serán duplicados, y ya
no aceptaré cartas ni regalos románticos de nadie más bajo
ninguna circunstancia.
—Lee Heeseung"

                     

—¿Hacía falta que destacaras tanto el "mi novio"? —preguntó el rubio con un pequeño sonrojo, mientras Heeseung terminaba de colgar la hoja con los alfileres.

                     

—Claro que sí. Debe quedar perfectamente claro. Todos tienen que recordarlo. —sonrió.

                     

—Espera, ¿seguías aceptando regalos y cartas de amor? —alzó una ceja y lo miró.

                     

—Solo un par. No quería ser descortés. —soltó una risita y tomó su mano para caminar por el pasillo. —Pero debo decir que aún espero una carta de amor en especial. —lo miró de reojo.

                     

—Uhm... tal vez pronto la recibas. —rascó su mejilla desviando la vista.

                     

—Espero que no sea la mía. —una áspera voz les hizo voltearse, soltando sus manos. —Me daría asco escribirte una carta, Lee.

                     

—Qué coincidencia. A mí me daría asco recibir una carta tuya, Jihoon. —sonrió con burla.

                     

—Este chico... —Jake retrocedió un paso. Era el chico de la biblioteca.

                     

—¿Siguen jugando a los gays? Realmente debe chupártela bien para que estropees tu orgullo así.

                     

Heeseung lo empujó lentamente hasta la pared por el cuello, donde lo acorraló y se acercó a su oído.

                     

—Así es. Me la chupa muy rico. Y estoy orgulloso de ser su novio, así que nada de lo que digas me importa. —susurró, y una sonrisa traviesa apareció en sus labios cuando observó la expresión del contrario, a punto de explotar.

                     

Lo soltó y volvió junto a Jake.

                     

—Vámonos. —tomó su mano y continuaron caminando, alejándose rápido para entrar a clases.

                     

Jihoon sobó su cuello, viéndolos desaparecer por el pasillo.

                     

—... Muy rico, ¿eh? Quizás debería comprobarlo yo mismo.