𝗦𝗛𝗬 𝗕𝗢𝗬

𝐋𝐚 𝐩𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐚 𝐯𝐞𝐳, 𝐩𝐨𝐫 𝐭𝐮 𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐚

Así lo hicieron. Al día siguiente, nuevamente y bajo las miradas curiosas de algunos, se encontraron juntos en los recreos y en la hora de almuerzo, justo como antes. Excepto por el hecho de que Jake... no era el de siempre. Tal vez actuaba... ¿un poco tímido?   

—Hey, Sim.   

—Uhm... ¿sí? —se sobresaltó ligeramente y levantó la vista.   

Estaba sentado en el suelo mientras el pelinegro, de pie a su lado, le observaba leer el libro nuevo que acababa de darle esa mañana.   

—¿Qué te sucede?   

—¿P-por qué lo dices? —parpadeó sin entender.   

—Has estado leyendo en la misma página todo el recreo. —Heeseung alzó las cejas y se acercó a su rostro lentamente, inclinándose hasta que solo unos centímetros los separaron. —¿En qué piensas? —susurró clavando aquella mirada gatuna en la suya.   

—No... en nada. —murmuró desviando la vista.   

—¿Tiene que ver con la decisión que mencionaste? —sonrió de lado, y al ver esas tiernas mejillas rojas, supo que había acertado.   

Se paró frente a él y se arrodilló para quedar a su altura, sin agrandar la distancia entre ambos.   

—... No puedo decirte aún. —pasó saliva. —Estás demasiado cerca, aléjate un poco...   

—Si te beso... estaría mal, ¿no? —murmuró. —Podría influir en tu respuesta.   

—A-así es.   

Una sonrisa apareció en sus labios. —Afortunadamente, soy un rebelde. Un rebelde con muchas ganas de be- —sus labios fueron presionados y su mundo se puso de cabeza por unos instantes.   

Sim Jake acababa de adelantarse.   

—... Si vas a besarme solo hazlo. —balbuceó poniéndose rojo. —Me pones nervioso cuando- —fue su turno de quedarse a media frase; Heeseung sostenía sus mejillas con una pequeña sonrisa y besaba sus labios de nuevo, con cierta necesidad luego de todos esos días de no haberlo hecho.   

—¡H-hey! —cubrió su boca apenas se separaron.   

—Lo siento. Es que es la primera vez que me besas por tu cuenta. —soltó una risita, mostrando sus pequeñas encías, y Jake sintió su corazón estremecerse.