𝗦𝗛𝗬 𝗕𝗢𝗬

𝑳𝒍𝒂𝒎𝒂𝒅𝒂 𝒏𝒐𝒄𝒕𝒖𝒓𝒏𝒂

—Auch... —se quejó, sobando su nariz.

—¿Qué fue eso? —Heeseung rió suavemente, del otro lado de la línea.

—El teléfono se me cayó en la cara. —explicó en un murmullo avergonzado.

—¿Así que fue tu nariz la que me contestó? —preguntó divertido, ya tendido en su cama.

—Como sea, fue tu culpa por asustarme. —frunció un poco el ceño.

—¿Asustarte? ¿En qué estabas tan concentrado?

—Uhm... una investigación.

—¿Sí? ¿Sobre qué? —preguntó con sumo interés, recostando su nuca en una mano.

—Yo... buscaba una forma de decirle a mi padre que estoy saliendo contigo. —se sonrojó un poco, cubriéndose hasta las orejas con las sábanas. —No sé cómo vaya a reaccionar. —murmuró.

El pelinegro sonrió con ternura. —Hey, eres su hijo, y te ama. Estoy seguro de que lo comprenderá. —habló con una voz aterciopelada que hizo a Sim cerrar los ojos, sintiéndose más tranquilo.

—¿Eso crees?

—Claro. Además... soy bastante guapo. No hay forma de que no me quiera en la familia, ¿cierto? —Jake soltó una risita ante su fingida voz engreída.

—Realmente tienes fe en tu apariencia. —sonrió enarcando las cejas.

—¿Qué? ¿Dices que no soy atractivo? —le molestó con una sonrisa, viendo el techo.

—No fue lo que dije. De hecho... pienso exactamente lo contrario. —se sonrojó un poco.

—Ah, ¿sí?

—Sí.

—¿Y piensas que soy sexy?

—Uhm... bastante. —fingió desinterés.

—¿Sólo bastante?

—... En realidad, mucho. —admitió. —Aquella vez... en la sesión... dije que no cuando preguntaste, pero la verdad es que sí miré mucho tu espalda. —sintió sus mejillas calentarse cuando escuchó una risa alegre y ronca.

—Eres tan tierno, Sim... —suspiró cerrando los ojos. —Entonces, cada vez que quieras ver mi espalda, solo dilo, te mostraré con gusto. —sonrió de lado.

—Pero el pervertido eres tú.

—Tienes razón. Entonces, la próxima vez, quiero que me dejes verte completamente desnudo.

—¡L-Lee!

—Tranquilo, es broma. —se rió. —... Más o menos.