𝗦𝗛𝗬 𝗕𝗢𝗬

𝑬𝒍 𝒔𝒆𝒄𝒓𝒆𝒕𝒐 𝒅𝒆 𝑱𝒊𝒉𝒐𝒐𝒏

Le desabotonaron la camisa para manosearlo.

—¿Qué te hizo Heeseung para querer vengarte así? —las lágrimas corrían por sus mejillas sin parar. Había hecho intentos de liberarse, pero la fuerza de tres chicos era demasiada para él.

Jihoon retiró su mano del abdomen contrario, sintiendo una extraña necesidad de soltar sus motivos.

—Ese bastardo me coqueteó hace mucho, mucho tiempo. —lo miró fijamente, mostrando en sus ojos todo el odio que tenía acumulado. —¡Me siento asqueroso cada que lo recuerdo! Un verdadero hombre no se habría puesto duro... —se puso rojo, y Jake no supo decir si era por la rabia... o porque estaba sonrojado. —Me siento enfermo desde entonces.

—¿Enfermo? —sorbió. Los demás también se detuvieron. —Te refieres... ¿a que tu estómago se siente raro y tu corazón se acelera?

—¿Cómo lo sabes tú, mocoso?

—Porque yo también me siento así cuando estoy con él. —murmuró secando sus mejillas. —Tal vez no lo odias... Quizás todo este tiempo en realidad-

—¡No te atrevas a decirlo! —levantó su mano con furia para propinarle un puñetazo.

Pero Jake no recibió el impacto. Abrió los ojos y entonces notó que una mano sujetaba la muñeca de Jihoon.

—... ¿Qué estabas a punto de hacer? —un chico alto y apuesto le tenía agarrado sin esfuerzo, manteniendo su otra mano en el bolsillo del pantalón.

—Jay hyung... —los ojos del menor brillaron. Detrás de él también estaban Sunghoon y Jungwon.

No lo dudó ni un segundo y corrió a refugiarse con ellos.

—¿U-ustedes? —Jihoon se zafó con algo de dificultad. —Pero todas las puertas estaban cerradas...

—Las piernas de bailarín de Jungwon son fuertes. ¿Quieres una patada para comprobarlo? —Jay lo miró de manera intimidante.

Recibió una mirada asesina del contrario y sin más, lo vieron retirarse junto a sus compañeros, maldiciendo.

—... ¿Estás bien? —Sunghoon le ayudó a acomodar sus ropas desarregladas.

—Estoy... Estoy bien... —sonrió con alivio.

Los amigos de Heeseung lo habían salvado.