𝗦𝗛𝗬 𝗕𝗢𝗬

𝑨𝒕𝒓𝒂𝒄𝒄𝒊ó𝒏 𝒔𝒖𝒑𝒆𝒓𝒇𝒊𝒄𝒊𝒂𝒍

No. Un rotundo no había sido su respuesta. Su padre ya había pagado la matrícula y sus almuerzos. No le quedaba de otra que quedarse al menos por el resto del semestre.

                     

Soltó un largo suspiro, sentado en la azotea, mientras pensaba sobre los sucesos ocurridos ayer. Heeseung no se le había acercado en todo lo que iba de la mañana, y eso le daba un mal presentimiento. Ni siquiera podía confiar en nadie, pues sospechaba que lo de tener a todo el mundo comprado era cierto; Lee había llegado a clases en un radiante y moderno auto negro, que debía costar quién sabe cuántos millones.

                     

Cerró los ojos. Ignorarlo sería lo mejor. Ese idiota no le estaba tomando en serio y eso le causaba aún más rabia.

                     

De pronto percibió una sombra y abrió los ojos. ¿Quién más podría ser?

                     

—Hey. —saludó Lee con una sonrisa gatuna. El rubio no respondió. —Tal vez me comporté muy intenso contigo ayer. Quiero compensarte por eso.

                     

Jake alzó una ceja. ¿Qué tramaba?

                     

—Antes de que lo pidas, lo siento, no puedo dejarte en paz. —se agachó a su altura.

                     

—Entonces no quiero nada tuyo.

                     

—¿Significa que puedo tocarte gratis?

                     

—¡¿Quién demonios crees que soy?!

                     

—Eres el chico que me gusta. —sonrió acariciando su cabello.

                     

Sim frunció el ceño. —... No te creo nada.

                     

—¿No? ¿Y qué debería hacer para demostrártelo?

                     

—P-pues... No lo sé. Tampoco me interesa que lo hagas. —murmuró y quitó aquella mano de su cabeza. —Deja de perder el tiempo conmigo y busca a alguien que esté dispuesto a ser tu... lo que sea que estés buscando.

                     

—Busco a alguien a quien amar, y que me ame también.

                     

Hubo un pequeño silencio. ¿Acaso su voz... sonaba triste?

                     

—Mira, tal vez no me creas, pero llamaste mi atención desde el primer momento en que te vi. Fue atracción instantánea, todos lo notaron porque fue demasiado evidente y... y creo... creo que me enamoré. Tengo la impresión de que me enamoré de ti.

                     

Sim mentiría si dijera que aquello no hizo latir su corazón. Sin embargo, soltó un suspiro y habló con calma.

                     

—Lee, el amor a primera vista no existe. Para amar a alguien debes conocerlo, y tú literalmente no tienes idea de nada sobre mí.

                     

—Entonces, ¿qué es lo que estoy sintiendo?

                     

—Atracción superficial, probablemente. No me amas. Y yo no te amo. Ahora sal de encima mío, ¿quieres?

                     

Lee se levantó, y a pesar de que había bastante razón en las palabras del menor, aquello... le había dolido.