𝑪𝒂𝒎𝒊𝒔𝒆𝒕𝒂 𝒉𝒐𝒍𝒈𝒂𝒅𝒂

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—¿Tienes algún pijama de sobra que puedas prestarme entonces? —Jake preguntó, quitándose los zapatos de nuevo.

—Déjame pensar... —una chispa de picardía brilló en los ojos del mayor. —No. Tendrás que dormir en ropa interior. —se encogió de hombros.

—Suena a algo que diría un pervertido como tú. —alzó una ceja, y Heeseung le sonrió con inocencia. —Si es así, entonces iré a tu ropero y tomaré cualquier cosa cómoda. —se levantó y abrió el gran closet de Lee, recibiendo una buena dosis de su perfume impregnado en las prendas.

Con un leve sonrojo, empezó revisar entre las camisetas.

—Tus hombros son más anchos que los míos. Creo que me quedarán un poco grandes... —hizo una mueca, y tomó una camiseta blanca. Sería inútil buscar un pantalón. Además, era verano así que moriría de calor si usaba uno. —Me quedaré con esta.

El pelinegro asintió y se cruzó de brazos, sentado al borde de la cama.

—Adelante, póntela. —sonrió, esperando a que Sim comenzara a desvestirse.

—No puedo si me miras de esa forma.

—¿De qué forma?

—¡Como si fueras a comerme! —sus mejillas se tornaron rosadas.

—¿Quieres que te ayude a quitarte la ropa?

—¡No! Yo puedo hacerlo solo. —colgó la camiseta en la puerta del closet y empezó a desvestirse con rapidez, dándole la espalda a su novio.

Podía sentir cómo sus ojos se clavaban en su espalda, recordándole por un momento su primer día de clases, cuando podía sentir la mirada de Heeseung en su nuca. Dejó su ropa de lado y rápidamente se puso la camiseta.

—Listo. —murmuró y se dio la vuelta, enrojeciendo en el acto.

El mayor le observó en silencio. El chico que amaba, ¿usando una de sus camisetas, que le quedaba grande, y mostrándole aquellas bonitas piernas, que salían de su ropa interior negra?

Sí, esto ameritaba una erección.

𝗦𝗛𝗬 𝗕𝗢𝗬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora