𝗦𝗛𝗬 𝗕𝗢𝗬

𝑽𝒊𝒆𝒓𝒏𝒆𝒔 𝒆𝒔𝒑𝒆𝒄𝒊𝒂𝒍

Al fin la semana terminaba. Era viernes, pero uno bastante especial; hoy Jake debía revelar la decisión que había tomado.   

Y ciertamente había despertado con los nervios de punta, tanto así que hasta su padre se extrañó de la conducta tan torpe del castaño al tirar la cajita del té al suelo y tropezar con el tapete al salir de casa.   

"Bien, Jake. Hoy, apenas llegues al instituto, vas a buscar a Heeseung y le dirás todo lo que pensaste. No te acobardes, ¡puedes hacerlo!"   

De esta forma se animó hasta que finalmente se encontró en la entrada, pero allí, todo su valor se esfumó.   

El pelinegro estaba esperándole con una leve sonrisa.   

Su corazón empezó a palpitar rápido y algo de sudor brotó por su frente. Aun así, respiró hondo y empezó a caminar.   

—H-Heeseung... hola. —sonrió con la vista en el suelo.   

—¿Sabes qué día es hoy? —sonrió tomándole suavemente un antebrazo, y se inclinó hasta su oído. —Sígueme. Tenemos mucho de qué hablar. —susurró, y empezó a caminar llevando al menor por los pasillos, bajo las miradas curiosas de todos. Subieron hasta la azotea y, en un rincón apartado, se quedaron de pie, uno frente al otro.   

La brisa les acariciaba suavemente el cabello.   

—Antes de que digas algo, quiero que sepas que reflexioné mucho estas semanas. —Lee habló primero. —Pensé sobre todo y... llegué a la conclusión de que no me importa si al final me rechazas. De todos modos, seguiremos estando cerca el uno del otro, y eso para mí... es más que suficiente.   

—Heeseung...   

—También... —continuó. —... quiero disculparme si alguna vez te hice sentir incómodo... o hice algo que no te gustó. Supongo que me dejé llevar un poco porque estoy enamorado. —soltó una risita, rascando su nuca.   

Jake se sonrojó, al tiempo que su corazón empezaba a enloquecer.   

Ni siquiera había empezado a hablar y sentía que iba a desmayarse.