—Bien. Primera pregunta, Jakey. —se sentó en una silla y apoyó los brazos en el respaldo, y luego el mentón. —¿Cómo me describes en tres palabras?
Jake cruzó los brazos, sentado en un rincón del gimnasio. No había nadie más allí, pero aun así Min lo acorralaba, como si intentara acapararlo solo para él.
—Uhm... terco, fastidioso... — murmuró mirando el techo, buscando las palabras que mejor lo describieran.
—... ¿Y?
—¿Qué?
—Te falta una. Sé sincero, la tienes en mente.
—No puedes saberlo.
—¿Quieres sentir mi lengua en tu oreja? —hizo ademán de levantarse.
—¡Está bien! La tercera palabra que pensé fue... sexy. —carraspeó bajando la vista.
—Ah, ¿así piensas de todos tus amigos? ¿O finalmente vas a admitir que te atraigo? —sonrió de lado.
—No tengo más amigos aparte de ti. —le miró.
—¿Y no mantienes contacto con tus viejos amigos por teléfono?
—Tampoco tenía amigos en Australia. Me excluían por ser el favorito de los maestros. —abrazó sus piernas. —Incluso si me gustaras, no notaría la diferencia entre eso y amistad.
El mayor guardó silencio, escudriñando la expresión perdida en su rostro.
—... Tal vez por eso me quedo contigo a pesar de cómo me tratas y lo molesto que eres. —rió un poco y lo miró. —... En realidad, siendo sincero, me agradas, Lee. No sé porqué. Incluso a pesar de que al principio te odiaba.
—¿Ya no lo haces?
—Ya no. Al final, estoy aprendiendo a valorar el tiempo que paso contigo. Haces mis días un poco más interesantes. —le sonrió levemente. —Eres realmente la primera persona que se interesó tanto por mí.
—¿De verdad? —frunció un poco el ceño, sin poder creerlo. —Entonces debe significar que estamos destinados de alguna forma, ¿no?
—Tampoco creo en el destino. —encogió los hombros.
—¿Y en qué crees?
—Pues... colecciono tréboles de cuatro hojas... —murmuró jugando con sus dedos.
Heeseung soltó una carcajada. ¿Creía en los tréboles más que en el amor y el destino?
—Eres gracioso, Sim.
—¡No te burles!
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𝗦𝗛𝗬 𝗕𝗢𝗬
FanficLee Heeseung siempre lo había tenido todo. Dinero, chicas y cualquier cosa que se le antojara. Y estaba acostumbrado a ganar siempre y salirse con la suya. Tal vez por eso la llegada del tímido Sim Jake le causó tanta intriga. Aquel chico no hablaba...