𝗦𝗛𝗬 𝗕𝗢𝗬

𝑼𝒏 𝒑𝒆𝒒𝒖𝒆ñ𝒐 𝒔𝒆𝒄𝒓𝒆𝒕𝒐

Fue una larga hora de repaso después de eso, hasta que por fin pudieron despedirse de ella y tenderse en la cama.

—Hasta que resuelva esto, por favor ven a cada clase, no soportaré estar a solas con ellaaa~ —el más pálido se quejó abrazando una almohada y rodando por la cama.

—Sabes que te amo, pero hey, pides demasiado. —Sim rió, despeinando su cabello. —Tengo bastante de ella en el instituto, sabes que no le caigo bien... —murmuró con una mueca.

Y es que, durante el primer semestre, en más de una ocasión se había sentido pasado a llevar por ella, sin motivo aparente. Era sabido por todos que Jake era uno de los mejores alumnos del instituto, tanto gracias a sus notas como a su buena conducta, así que resultaba inexplicable.

—Y no entiendo porqué. Eres una ternurita. —Lee frunció ligeramente el entrecejo.

Claro, inexplicable hasta que Heeseung entraba en escena.

—Creo que es bastante obvio que quiere contigo y yo eché a perder sus planes. —rió, rascando su mejilla.

—Y eso que la rechacé varias veces...

—Pero... ¿pasó algo con ella alguna vez?

—Uhm... Quizás le coqueteé en algún momento, pero hacía eso con todos cuando estaba soltero. —encogió los hombros.

—Sí que eras todo un casanova. —Jake sonrió negando.

—¿Qué puedo decir? Tenía que buscar bien si quería encontrarte. —dejó la almohada de lado para abrazar el torso de su novio y recostarse en él.

—Y lo lograste. —dejó un pequeño beso en su cabeza.

—Pero... ¿te cuento un secreto? —el menor asintió con intriga. —Tal vez no me creas, y puede que hasta te resulte gracioso, pero... a pesar de todas las parejas que he tenido... yo... aún soy virgen. —rió bajito.

—¿Qué? ¿De verdad? —Sim se mostraba realmente sorprendido. —Pero todos dicen...

—Lo sé. Supongo que quienes estuvieron a punto, querían algo de lo que jactarse, y los rumores se esparcieron. —habló sin darle importancia. —Como no me afectaba, simplemente los dejé hablar. Es un poco divertido si lo piensas. —le sonrió con inocencia, como si fuera un juego de niños.

—Eres increíble...

—Lo sé.