CAPÍTULO LXV: EL TUMOR (3)

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Cuando Ymir salió de la habitación, Noa entro como si no quisiera ser vista, Yuzu la noto por el rabillo de su ojo y aunque una parte de su mente le dijo que no conocía a esa mujer, la otra gritaba que era su hermana. Yuzu le creyó a esa parte y se mantuvo firme ante eso. Mei la había soltado y Tetsuya salió de sabría que parte y abofeteo a Yuzu gritándole cosas que no registro. Lo único que sintió fueron las manos cálidas y diestras de Historia intentando que no cayera de la cama. Su nariz escurrió algo de sangre y su cerebro comenzó a regresarle parte de lo que había hecho. Jadeo y alzo la vista a Mei que intentaba detener al viejo junto a Noa y Eijiro.

Tras aparecer la seguridad del hospital se acordó calmar los ánimos y retirarse en silencio. Pero lejos de acceder con eso, nadie se movió y mejor los vigilantes fueron echados de allí y la puerta se cerró. Historia comenzó a explicar el caso de Yuzu y que necesitaba descansar dado el tiempo que estuvo en coma. Aunque no ayudo mucho ya que también fue escoltada fuera del cuarto y la puerta se cerró. Yuzu quiso pedir al menos que la doctora se quedara dentro por si era apuñalada y necesitaba tratamiento. Todos se sentaron en orden y Ume parecía la única que estaba preocupada por la salud de Yuzu junto a Noa que insistían en dejarle descansar.

Eijiro no dijo nada, si apoyaba más la balanza contra los deseos de los Aihara serian expulsados y eso seria muy peligroso para su nieta así que pidió silencio y mejor observar todo. Tetsuya y Mei jalaron unas sillas y se posicionaron cerca de Yuzu mientras Mei la miraba cautelosa y Tetsuya estaba en posición de ataque de ser necesario.

-Te tome por alguien decente y sale lo opuesto. -rugió imperioso. - ¡Tú acabas de joderle la vida a Mei!

Nadie dijo nada, Luka no podía dado que no estaba presente pero Yuzu se imaginaba a la chica soportando las ganas de gritar que era injusto hacia ella esos reclamos. Algo dentro de sí sabía que tenía razón, acababa de joderle la vida a Mei de tantas formas que el pensar en compensación se sabía hipócrita.

-Lamento eso... -susurro apretando el cuerpo.

-No basta con eso, ¡hubiera sido mejor que jamás te hubieras cruzado en su camino! -Tetsuya se levantó en un brinco colérico. -La boda, se casarán en enero, ¿has entendido bien?

-Lo comprendo, señor Aihara. No tengo inconveniente con cualquier exigencia a favor de una disculpa llegue a solicitar. -apenas podía sentir la parte derecha de su cuerpo y para hablar era una enorme concentración de esfuerzos.

-Igualmente la reputación de mi nieta será manchada por el escándalo, ¡todos dirán que Mei cayó a tus encantos! No puedo con esa imagen, juro por los cielos que no. -dijo tomando a Mei con brusquedad para salir de allí. -De entre todas las personas, tenías que ser tú.

Aunque abandonaron la habitación, Mei se resistió a irse, no sin antes calmarse y acudir a una obstetra. Tetsuya accedió de mala gana y le dejo sentarse en la sala de espera en enfermería y fue en busca de una medico o de siquiera una enfermera que le orientara.

El resto que continuo en la habitación no supo que decir o como, Noa comenzó con algo introductorio de la condición de Yuzu y como el tumor estaba provocando la actitud y acciones de Yuzu. Aunque era una buena excusa, eso solo sirvió para hundirle más. Todos se marcharon de allí para salir y conversar algo en murmullos que eran algo altos. Yuzu no recibió la visita de Luka o Lee.

Las palabras de Tetsuya provocaron el efecto deseado y Yuzu no pudo dormir o comer durante dos días, se miraba cansada y tan pálida. Nadie le daba alguna palabra de aliento más que Luka y entendía que merecía aquello e incluso se sabía cómo una probada de las consecuencias de los actos por pagar. Bajo la mirada, recordando que estaría allí más del tiempo esperado, perdía el conocimiento, convulsionaba e incluso llegaba a tener episodios psicóticos que involucraban tres camilleros grandes que le sometieran.

EN BUSCA DE LA LIBERTAD  (CITRUS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora