CAPÍTULO LI: AMOR FORZADO (4)

307 38 7
                                    


-Buenas noches, damas y caballeros. -dijo Yuzu alzando una copa para llamar la atención. -En esta cena, donde se llevarán a cabo unos anuncios tanto de negocios como de compromisos-

Mei apretó los puños de miedo, de reojo detallo a Kirito que sonreía divertido y movió su copa brindando por ella y bebió con regocijo.

Se acababa el tiempo.

Era seguir la mentira o decir la verdad y perder a Yuzu.

Kirito lo sabía pero no entendía porque le estaba amenazando de esa manera. Sí, la estaba amenazando, porque hacía unos minutos él acudió a ella para burlarse de su condición.

.

..

...

- ¿Disfrutas de la felicidad que te da que Yuzu se quiera casar contigo porque estas embarazada? -le pregunto con sonrisa torcida.

Mei no quiso decir nada, no porque Yuzu le dijo que se alejara de Kirito, sino que ese hombre tenía una especie de vibra dañada y corrupta. Le daba asco y miedo tenerlo cerca, aun así no podía irse, como si esos ojos de comadreja tuvieran el poder de someterla y leerle todos los secretos que ocultaba.

-No te conviene estar con Yuzu... mereces algo mejor y eso no está en alguien que solo te pondrá el anillo porque te embarazaste. -le toco la mejilla con dedos fríos. - ¿Es qué no te enseño nada la historia que tiene tu padre y Ume?

-Eso no-

- ¿quieres ser como tu madre? -le interrumpió deslizando el dedo a los labios de Mei. -Amando a un idiota que se casó por negocios, que se acostó y amo a otra mujer ajena... que tenía un romance con otro hombre que amaba... -se acercó a los labios de Mei. - ¿Te rebajaras a la mujer casada que solo ve y no puede hacer nada porque eso dañaría su apellido?

Su cuerpo no se movía, estaba congelada y antes de hacer nada Kirito puso su boca con olor a licor en su oído y le deposito un beso tentador que le supo a Mei como una oferta a una prostituta que necesita que la cojan y no precisamente el dinero. Eso la hizo enojar y se alejó para abofetearlo, Kirito le tomo la mano y la jalo a él.

-No hagas idioteces, Aihara. -gruño y le tomo del mentón para alzarle la cara y le mirara. -No seas el perro que muerde la mano que le da de comer.

- ¿qué quieres decir con eso? -cuestiono molesta y siguió forcejeando.

Kirito sonrió y la beso estampando sus labios resecos en los de Mei y se relamió para probarlo.

-No estas embarazada. -dijo sin rodeos. -Esos resultados son... hechos por mí.

Mei se quedó quieta y Kirito la tomo de las caderas para atraerla más a su cuerpo y él sintió un exquisito hormiguear en su cuerpo. Aspiro su aroma y recordó a Sakura, de pronto la idea de que Mei llevaría a su próximo hijo en el vientre lo excitó.

-Para demostrarte que Yuzu no te ama, solo quiere actuar "honorablemente".

Mei se quedó quieta, para escuchar y no parecía luchar contra el agarre de Kirito. Así que él acerco su boca al cuello de Mei para depositar pequeños besos atentos.

-Iba a cancelarte el compromiso para casarse con Yukimura... -ella se estremeció recordando la llamada del avión, eso lo hizo reír aunque no sabía que pensaba Mei. -Ya estaban por ello cuando le dijiste del embarazo.

Mei trago saliva y tembló. Tras intentar hablar al fin pudo y su voz era terriblemente aguda y temblorosa.

- ¿Cómo sabes... que yo... el embarazo? -cuestiono mirándole con ojos furiosos.

EN BUSCA DE LA LIBERTAD  (CITRUS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora