Noa estaba cruzada de brazos mientras era llevada a la reunión peculiar y aterradora a la que su hermana le dijo debía asistir. Quería quedarse con Mei y decirle que estaría bien todo pero al parecer es mejor compañía la de una enfermera como Laura a la suya que apenas tenía el conocimiento de una persona de secundaria. Sí, se había puesto a estudiar un poco y aprendió mucho por su cuenta, ahora estaba pensando en hacer un examen de conocimientos y ver si podía alcanzar los estudios correctos. Cuando el vehículo se detuvo y llegaron al restaurante frunció el ceño, olía muy mal la calle y sus dudas con respecto a la inocuidad alimentaria la abordaron lo suficiente como para negarse a bajar.
-Pese a las apariencias en un buen lugar.
-Claro que lo es. -dijo sarcástica. -Como para que salubridad o el departamento de salud pública venga a darle una inspección a detalle a la cocina. Apuesto que a alguien le ha dado mínimo la salmonella.
Yuzu puso los ojos en blanco y bajo para abrirle la puerta su hermana que de mala gana la siguió. Yuzu recibió una llamada y se alejó de su hermana para responderla. Noa se quedó a solas en esa calle abandonada de principios morales y paseo con las manos en los vaqueros con gesto indiferente mientras conocía la vida promedio de los no afortunados. En el callejón que paso encontró dos vagabundos jodiendo y un par peleándose por una jeringuilla. Continuo su exploración llegando a unos departamentos que aparentaban caerse con un golpe de anciana enojada. Los gritos eran cada vez más altos y de pronto se escuchó gritos de una mujer ebria y un hombre rabioso. Noa se detuvo y la curiosidad la movió al marco de la ventana y espió con cuidado de no ser vista.
Un hombre obeso de unos cincuenta y casi sesenta estaba pateando a una mujer bastante descuidada que aferraba una botella de licor con desesperación. Un pequeño de la edad de ocho estaba en una esquina llorando y de la nada salto a defender a su madre pero el hombre de una patada lo regreso de nuevo a donde estaba y le tomo del cabello para alzarlo y alzo la manaza con asco y comenzó a abofetearlo sin parar.
-Maldita escoria. Bien le dije a esta puta que debía abortarte. -grito y lo dejo caer en el suelo para patearlo. - ¡TÚ NUNCA DEBISTE NACER! ¡ERES UNA MALDITA PERDIDA DE DINERO Y COMIDA, ES MEJOR SI MURIERAS!
La rabia con la que lo dijo, la expresión que tuvo dejo marca en Noa. Ese episodio... aunque jamás vivieron eso, pudo ver a Yuzu en el suelo recibiendo esas palabras crueles y como recibía los golpes como si los mereciera. El niño solo lloraba y pedía perdón, aclamaba ser digno del maltrato y que se ganaría la misericordia y el pan del suelo que su padre le diera. El hombre se aburrió de golpearlo y tomo a la mujer de los cabellos, la abofeteo cinco veces.
-Quítate la ropa, zorra. -le espeto y la mujer tambaleante comenzó a obedecer. -Mira bien, mocoso de mierda, así se jode a una mujer.
Y acto seguido se bajó el pantalón y su obesa panza dejo ver un pene de apenas ocho centímetros de largo y penetro a la mujer. El niño se obligó a ver poniéndose los dedos en los parpados y jadeaba asqueado. La mujer gemía con falsos que dejaron a Noa asombrada de la cualidad de la mentira y el cerdo al poco eyaculo con sonrisa satisfecha.
-Así se hace. -dijo orgulloso de su poca hombría.
Noa aparto la vista y vomito a los dos pasos. No solo había comida medio digerida sino frustración y odio por el mundo. Escucho a Yuzu llamarle a lo lejos y se encamino a encontrarla. Su mente fue con el pobre chico que acababa de ver eso y que seguramente lo veía diario, tanto que él pobre sabía que castigo venia si se negaba a verlo. Estaba llegando con Yuzu cuando al verla le abrazo.
-Con una mierda, Noa, ¡no te alejes! -le grito en el oído sin querer. - ¡Me preocupe por ti, casi me mata la incertidumbre!
Noa abrazo a su hermana con fuerza, desde que había vuelto a verla no se permitieron un momento emotivo y por alguna razón en ese preciso momento tenía ganas de decirle a Yuzu que la amaba y que lamentaba todo lo que le había y estaba pasando. Era cruel la vida, ¿por qué Yuzu desde pequeña estaba sufriendo? Siempre; la muerte de su padre, cáncer, violaciones, soportar la supuesta muerte de su hermana, el distanciamiento de sus madres, la pérdida del bebé con Luka, huir para encontrar paz y volverse esclava y ser nuevamente abusada... y más infiernos que paso y que el peso de sus personalidades no ayudaba mucho. Yuzu había vivido tanta mierda y todavía la vida le preparaba más, se preguntó maravillada de donde sacaba fuerzas su hermana para no volarse los sesos. No, ella ya lo había intentado pero la forzaron a seguir adelante, ¿verdad? Eran igual a ese bastardo que obligaba al niño a ver la mierda del mundo mientras este se forzaba a hacerlo a costa de su paz.
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EN BUSCA DE LA LIBERTAD (CITRUS)
FanficMei Aihara siempre tuvo una vida recta y educada sin cuestionar ninguna orden. Un día, decide ir a una fiesta por curiosidad y conoce a Yuzu; una joven que siempre hace lo que quiere sin miedo. Comienza a darse cuenta de que no quiere una vida llena...