En clases nos sentamos apartados, por eso al salir estábamos ansiosos de contacto. Nos quedamos abrazados por unos buenos cinco minutos antes de decidir ir a un restaurante coreano, donde disfrutamos de una agradable primera cita.Nos reímos bastante y también pude descubrir el lado mimoso que él tenía e hizo que aflorara el mío, pues no estuvimos tranquilos hasta que terminamos sentados juntos, muy pegados, a pesar de tener mucho espacio libre en la mesa. Aún así la cena pareció terminar demasiado pronto y me encontré ansiando más cuando íbamos de camino al auto.
– ¿Quieres quedarte en mi casa? –preguntó avergonzado y no pude hacer más que acercarme y besarlo. Mi hermano me había enseñado que una buena táctica para causar buena impresión era no ser imprudente, no ir a la casa de otra persona en la primera cita, sin embargo no pude decir que no cuando yo también deseaba seguir a su lado.
El mismo silencio cómodo nos acompañó otra vez, pero a diferencia de la tarde, esta vez llevábamos las manos tomadas mientras conducía. No sé por qué me sorprendió descubrir que lo que él llamaba "casa" en realidad era algo más parecido a una mansión. Conduje con extremo cuidado entre sus jardines hasta que llegamos al lugar donde, según me comentó, era su garaje asignado.
Si solo su garaje (con su auto deportivo y el todoterreno de su hermano) lucía gigante e impresionante, el interior de la casa me pareció incluso más sorprendente. El amplio recibidor estaba decorado con decenas de fotografías de todos ellos, pero no pude observar demasiado antes de que me condujera escaleras arriba.
– Hey, hola –saludó Hoseok, sentándose normal sobre la esterilla de yoga, pues anteriormente estaba estirando la musculatura en una posición complicada. Al observar nuestras manos unidas solo sonrió– Me agrada verte aquí, Namjoonie –dijo con una sonrisa.
Jin se sonrojó y soltó nuestras manos.
– Debo hablar con Kook. ¿Me esperas un momento?
Hobi no perdió el tiempo en invitarme a que me sentara a su lado en el sofá mientras Jin desaparecía por unos minutos en la habitación de su otro hermano.
– ¿Asumo que salió todo bien? –preguntó este en voz baja y yo asentí con una sonrisa– Me alegra de verdad –me sonrió.
– ¿Por qué? –pregunté, sin saber cómo formular la pregunta real en voz alta. Por suerte no fue necesario pues él pareció entender a qué me refería.
– Quiero que mi hermano sea feliz y creo que tú podrías lograrlo –sonrió y miró a la puerta cerrada donde Jin había entrado– ya te lo dije. Ha tenido malas experiencias, pero eres un buen tipo. Siento que podría confiarte la felicidad de mi hermano.
Me quedé sin saber que decir y con los brazos picando por abrazarlo, pero él logró que no llegase a sentirme incómodo del todo pues rápidamente se incorporó y me hizo un recorrido por la sala de descanso donde estábamos.
Me estaba mostrando la biblioteca de Jin (tal como suponía, él tenía copias originales de todos los textos que necesitábamos para la universidad) cuando él y Jungkook salieron de la habitación.
– Una palabra –me dijo su hermano con gesto serio y fruncí el ceño, preparado para enfrentarme a Kim Jungkook.
– A mi si me alegra verte, Joonie –alcanzó a susurrar Hobi antes de que yo me acercara a su hermano menor. Este me llevó aparte del alboroto que estaban causando Hoseok y Seokjin entre reclamos divertidos antes de que empezaran a cuchichear en voz baja.
Jungkook se aclaró la garganta y me miró con el ceño fruncido.
– Estás tomando a una de las personas que más amo en la vida. Si lo lastimas, nada impedirá que vaya a partirte la cara. Te buscaré donde sea que te encuentres y cumpliré mi palabra –gruñó serio y yo sólo sonreí.
– Me gusta de verdad, Kim. Yo... no sé por qué ha pasado Jin antes, pero te aseguro que no quiero jugar con él, no quiero lastimarlo.
– Bien –respondió y por primera vez relajó su expresión seria y me sonrió de una forma que jamás le había visto dirigir hacia mi– bienvenido a la familia entonces.
Nos dimos un apretón de manos que interrumpimos sólo porque Jin había decidido empezar a gritarle a Hobi, el que arrancaba por el pasillo riendo a carcajadas hasta encerrarse de un portazo en la que supuse que era su habitación. Seokjin se acercó a nosotros con una sonrisa después de esa pequeña carrera.
– ¿Ya terminaste de amenazarlo? –le preguntó divertido a su hermano y este asintió– ¿Me lo dejas entonces? –Kook volvió a asentir y nos tomamos de las manos mientras me guiaba a su habitación.
– ¿No están tus padres? –pregunté temeroso, pues no los había visto.
– Oh, ellos ya duermen a esta hora. Se levantan en la madrugada pues a las 7 am ya están en la empresa luego de haber hecho yoga, desayunado y atendido todos los pendientes urgentes.
Me entregó un pijama y me indicó dónde estaba el baño para cambiarme. Lo agradecí por muchas razones diferentes. No es sólo que me sintiera algo tímido, sino que además tenía claro que descubrir qué había bajo la tela de su ropa me volvería un poco loco. Dios, solo los esbozos que había visto de su espalda ese día que dormimos juntos había desencadenado toda esta serie de dudas, tanto que de sólo imaginarlo me había provocado momentos bastante incómodos en el pasado. Me cambié lentamente pensando en cualquier otra cosa y saqué de mi bolso el cepillo de dientes que siempre portaba.
Cuando salí de la habitación lo encontré ya bajo las mantas y, sonrojado, me indicó que me acostara junto a él. No dudé en estrecharlo en mis brazos en cuanto estuve a su lado y lo besé suavemente, dedicándome a recorrer su cuello y rostro con caricias castas y besos suaves mientras la conversación fluía de forma natural.
Aunque nos conocíamos hace más de un año, la verdad es que solo ahora estábamos dispuestos a prestarnos la atención que necesitábamos, así que nos quedamos hablando de todo y de nada. Le conté de mi vida, de lo que me había traído aquí, de mis sueños e incluso de las personas por las que me había sentido atraído antes. Él me contó de sus pasatiempos, sus metas a corto plazo y, con bastante inseguridad en sus ojos, también de sus antiguos novios. Entendí al fin la razón por la que había estado tan temeroso y me prometí que jamás haría que se sintiera así. Él mismo cambió el tema y seguimos hablando de las cosas que nos gustaban hasta que caímos dormidos en un lío de brazos y piernas entrecruzadas.
🐨♥️🐹
La estructura de Ipsa Natura Rei siempre estuvo dividida en 5:
⚫Odio
🔵Dolor
🟢Aceptación
🟡Confianza
🔴Amor
¡¡Y al fin llegamos a la última parte de Ipsa Natura Rei!!!
Pero tranquiles, que aún quedan varios capítulos para terminar esta historia 👀
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Ipsa Natura Rei - NamJin [ Terminada ]
RomanceIpsa Natura Rei, la misma naturaleza de las cosas. Namjoon es un estudiante becado para el master de Derecho Internacional en una universidad londinense y sería el único coreano de la universidad si no fuera porque comparte clases con Kim Seokjin. J...