Volver a Seúl fue extraño. Tres años habían pasado demasiado rápido y hacían que me sintiera completamente ajeno a esta ciudad. El tener un nuevo departamento lleno de cajas que desempacar no ayudaba tampoco y menos aún, el tener que hacerlo solo.El primer día sólo me senté en medio de mi sala con un café en la mano, sacando cuentas de todo lo sucedido en los últimos años.
Antes de que me diera cuenta estaba recibiendo un diploma por mi magíster en leyes internacionales y, un año después, mi pasantía en Kim Corporation llegó a su fin. Con eso también mis razones para permanecer en Londres.
Me quedaban los recuerdos y el aprendizaje. No solo en lo relacionado a lo profesional, porque la universidad y Kim Corporation habían sido una manera más que excelente de formarse, sino también en cuanto a relaciones.
Conocer a Jin había sido todo un descubrimiento y era lo que había hecho la experiencia completa. Conocerlo como compañero (un estudiante brillante, muy aventajado y sumamente esforzado), a su familia (trabajólica y millonaria, si, pero también eran completamente alentadores y comprensivos, apoyando a sus hijos en todo momento) y como novio.
Suspiré. Lo extrañaba, pero no me permití sumirme en la melancolía y comencé a desempacar. Diez minutos después mi hermano y cuñado llegaron al departamento, llenando los cuartos de risas mientras evitaban cuidadosamente nombrarlo.
Pasaron unos días antes de poder terminarlo con todo, pero seguía sin acostumbrarme, hasta que una noche de sábado trajo consigo el sonido de una puerta abriéndose desde afuera.
– ¡Ya estoy aquí! –el grito atravesó la estancia y dejé lo que hacía para levantarme e ir a recibir al motivo de mi nostalgia.
– Llegaste al fin –susurré, estrechando a Jin entre mis brazos. Sólo habíamos estado cuatro semanas apartados, pero desde hace meses estábamos viviendo juntos (oficialmente) y este tiempo se había sentido como una eternidad. Me costaba creer lo mucho que me había enamorado del chico que al principio detestaba.
– Llegué al fin –susurró él de vuelta antes de que compartiéramos un beso cargado de la necesidad provocada por la ausencia.
Él había estado más tiempo en Londres terminando el papeleo para lo que sería la nueva oficina de Kim Corporation en Seúl, una más grande y que contaría con su propio departamento legal del que seríamos los encargados.
Lo tomé de la mano para guiarlo al comedor donde todo estaba dispuesto. Sólo faltaban las últimas decoraciones que compraríamos estos días, juntos.
Aún así me había esforzado, lo admito. Para esta noche en particular había bajado las luces y, para compensar la falta de iluminación, llené todo de velas que había encendido pocos minutos atrás pues le había pedido que me avisara cuando ya estuviese en Seúl. Un jarrón con rosas rojas en el centro completaba la decoración en blanco y negro de nuestra mesa.
– ¿Qué es esto? –preguntó, evidentemente sorprendido.
– Sólo quería demostrarte que te había extrañado.
Su sonrisa iluminó el salón con más intensidad que las luces de la ciudad que entraban por la ventana y no tuve dudas en que él era definitivamente la mejor vista que tendría en este departamento o en cualquier otro lugar.
La cena transcurrió sin problemas, entre comentarios sobre lo que nos habíamos perdido en el tiempo que estuvimos separados (a pesar de que hacíamos videollamadas a diario) y la comida, que había encargado a uno de sus restaurantes preferidos pues no quería incendiar la cocina incluso antes de inaugurarla.
– Tengo algo que preguntarte –dije con una sonrisa una vez terminamos con el postre– despertar con tus brazos rodeando mi cuerpo es mi momento preferido, observar tu sonrisa es lo que me mueve cada día, saber que tengo un hogar donde llegar allí donde estés tú me da fuerzas. Ipsa natura rei... es la misma naturaleza de las cosas la que hace que sea capaz de afirmar que quiero seguir cada día de mi vida a tu lado. Te amo más que a nadie, más que a mí mismo –hinqué una rodilla en el suelo y extendí mi mano con suavidad hacia él, secando esa lágrima traviesa que se deslizaba sobre su mejilla– ¿Quieres casarte conmigo?
Él ni siquiera fue capaz de responder con palabras, pero su simple asentimiento antes de que me atrajera hacia sí para besarnos fueron toda la respuesta que necesitaba. Porque la verdadera naturaleza de lo nuestro triunfaba día a día, sobre problemas y dudas.
– Te amo tanto –susurró, permitiendo que me alejara lo suficiente para sacar la cajita de mi bolsillo y mostrarle al fin el anillo que había elegido para él, poniéndolo al fin en su dedo anular.
– Te amo tanto –respondí a su vez, emocionado, con una sonrisa surcando mi rostro.
Un futuro juntos. Es todo lo que necesitaba para que todo estuviese bien.
🐨♥️🐹Muchas gracias a todos los que me acompañaron en este camino que empezó hace casi 3 años y termina con la publicación de este último capítulo ♥️
Ipsa Natura Rei nació porque necesitaba un lugar seguro cuando estaba en un momento muy oscuro de mi vida, por tanto, aunque en principio estaba bastante insegura, decidí mostrarlo para darles un espacio tranquilo a todos aquellos que lo necesitaran como yo... y al final fue su compañía la que ayudó muchísimo a hacer de mi vida un lugar mas brillante.
Necesito mencionar a mi beta fatalmxw, a primera lectora Paokarl y a muchos otros que fueron llegando en el camino y dejando su huella edith_gonzalez_luz, Nattttttt-, Anis2402, JenniferQuijanesDurt (quién se volvió Army por este fanfic), paaaty96 y otros muchos que se me quedan en el tintero, pero me alegraban el día con sus comentarios.
De hecho, me encantaría poder agradecer también a cada uno de los que dejó sus votos. Es impresionante saberse apreciada por tanta gente y les juro que cada uno de ustedes es importante (incluso los usuarios fantasmas que sé que están ahí).
Ojalá lo hayan disfrutado.
Y bueno... ya pueden pasar por mi perfil a mirar lo que en un futuro será Lejindary Heroes 🙌
ESTÁS LEYENDO
Ipsa Natura Rei - NamJin [ Terminada ]
RomansIpsa Natura Rei, la misma naturaleza de las cosas. Namjoon es un estudiante becado para el master de Derecho Internacional en una universidad londinense y sería el único coreano de la universidad si no fuera porque comparte clases con Kim Seokjin. J...