There Is A Light - Evan Peters (TERMINADA)

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Narra melissa

Me sentía tan extraña no sabía si era felicidad o doble de felicidad, el hecho de que evan me haya confesado lo que siente, bueno y prácticamente yo igual a el, me pone demasiado feliz.

Realmente no puedo creer que un chico como evan, que además de ser guapo, y con buenos sentimientos, es actor...espero no haya problema con eso último.

Mi mamá nos contaba una de sus anécdotas con mi padre cuándo tuvieron su graduación, debbie estaba apoyando su mano sobre su barbilla, y yo de vez en cuando me miraba con evan.

- Y despues del último baile, roberto me llevo a su camioneta y...

- Oh por dios mamá! - me quejé algo incomoda.
Ya sabía por donde iba el asunto.

- No digas mas joselinne, eso fue pasado. Asustas a los invitados. - mi papá regaño a mi mamá quien se tapo la boca soltando una leve carcajada.

Evan y debbie se reían de las ocurrencias de mis padres.

Yo me levanté de la mesa, el sueño me estaba venciendo y solamente necesitaba mi cama y un par de frazadas para mantener mi cuerpo caliente.

- A donde vas querida? - preguntó mi mamá observandome desde la mesa.

- Muero de sueño. Pero ustedes sigan con su platica, espero no los incomoden. - mire a debbie y evan quienes de levantaron rápidamente de la mesa para seguirme hasta el piso de arriba.

- Descansen. - gritó mi padre desde la cocina.

Ya en el pasillo de la planta alta de mi casa, debbie y evan entraron a las habitaciones de visitas y yo me dedique a encender mi computador para elegir algunos vestuarios que evan usaría la siguiente semana.

Escuche como alguien tocaba despacio mi puerta, estaba entre abierta asi que se podía ver quien era.

- Puedo pasar? - preguntó evan, yo sin molestias asentí. Evan cerró la puerta de mi habitación y yo hice a un lado mi computador.
Me levanté y me acerqué a evan para plantar un beso en sus labios.

Solo era para comprobar si aquello era cierto y no un sueño.
Evan posó sus manos sobre mi cintura haciendome estremecer de los nervios. Por falta de aire nos separamos, y comenzamos a reir de lo loco que parecía esto.

Ambos nos sentamos en mi cama y volvi a tomar mi computador.

- ¿Qué estás haciendo? - preguntó evan recostándose en mi cama, junto a mi y observando la computadora.

- Veo como debo de arreglar a mi...- pensé lo que iba a decir...no somos novios, pero si amigos, pero somos algo...novioamigos? Eso realmente existe. - como debo de arreglar al señor peters. - dije soltando una risa nerviosa.

Evan suspiró y observo la computadora.

- No crees qué deberias dejar de lado el trabajo por un momento? - preguntó. - Todo lo que hagas, incluso sea de último momento te sale increible.

Me sonrojé por aquello que dijo, sin duda alguna, el mundo merece mas evan peters.

- Tienes razón. - dije haciendo a un lado mi computador. Me quedé en silencio unos segundos, y sabía que evan no solo querría estar en mi habitación para estar en silencio. - Tienes alguna idea de que hacer?

Evan se acomodó de nuevo en la cama y me tomó de la mano, para volver a observarme y que su hermosa mirada chocara con la mia.

- Meli, no importa si estamos en la misma habitación, y nos quedamos durante tres horas, incluso un dia entero sin hablar. No me molestaria en lo absoluto por que se que no tengo que buscar alguna cosa para decirte. Pasaría todos mis dias libres junto a ti por que no me aburriría. - evan soltó aquellas palabras, y como si fuese un helado, me derretí ante todo eso.

Podria ser mas lindo?

- Qué romántico. - dije sonriendole de lado y acercandome para de nuevo envolver nuestros labios en un calido beso.
Nos separamos a los segundos y acaricié su mano. - Quieres dormir esta noche conmigo? Hace frio y creo que moriré congelada...

Evan comenzó a reirse, y asintió sin problema.
Se volvió a recostar en mi cama, y yo lo hice junto a el, dejando su brazo derecho como almohada para mi, y pegando nuestros cuerpos mientras el con su brazo libre me abrazaba, yo tomé su brazo libre y acaricié su mano.

Sabía que estando junto a evan, no trataría de llegar a otra cosa. Y a pesar de ser grandes y tal vez pensar de diferente forma, admiraba absolutamente todo de el.

A los minutos nos quedamos dormidos, y mis labios solamente sonreían de una manera inexplicable.