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Desperté la mañana de ese lunes. Jughead dormía entre mis brazos y extrañamente, no había rastro de Tommy.

Miré la hora y ya eran casi las siete. Mamá se asomó a la puerta con Tommy en sus brazos, dormido.

-Cariño, ya deben levantarse.

-Lo sé, ya vamos.

-Bien, haré el desayuno.

Ella se fue y besé la frente de Jughead, intentando despertarlo.

-Juggie, se hará tarde.

-No.

-Sí.

Él soltó un quejido acomodandose en mi pecho.

-Jug...

-No quiero ir -dijo con la voz ronca y cansada, tomando mi mano- quiero dormir.

- Puedes quedarte pero yo tengo que ir, tengo un exámen de matemáticas.

- Vamos a la misma clase de matemáticas, Betty.

-Cierto.

Él rió levemente y besó mi mejilla.

- Eres adorable. ¿Me pasas mi camiseta azul?

Me paré y abrí un cajón para buscarla, rebusqué y saqué la camiseta azul y una camiseta gris con el logo de Guns n Roses en la espalda.

-Oye, esa es mi camiseta favorita, si la pierdes, la rompes, o la manchas, te vas a arrepentir.

-Prefiero evitarlo ¿Puedo usar la de In Utero?

-No.

-Nevermind.

-Sí, literalmente nada sobre esa camiseta me interesa.

-Oye, es un buen álbum.

-Sí, pero él resto son mejores.

- Es muy temprano para esto.

-Lo sé, ponte la maldita camiseta.

Reí y me vestí, los dos bananos a desayunar y mientras comíamos, Tommy despertó.

-Mami.

-Ya despertaste -dijo mi madre acariciando su cabello- Imagino que descansaste.

Él la abrazó y Jughead sonrió. y besó su mejilla.

-Hola.

-Juggie -dijo el menor mirándolo-

-Ya me tengo que ir¿Vas a estar bien?

-Upa.

-No, porque tengo que irme, enano.

-Juggie -dijo con un puchero-

-Ya -suspiró mi mamá- vamos a preparar tu biberón ¿Quieres eso?

Él asintió, Jughead y yo salimos hacia la escuela, él no habló en todo el camino, me sentia un poco mal por no saber que hacer.

-Te extraño -me dijo mirando al suelo-

Lo mire y reí un poco.

-Estoy aquí.

-No -dijo en voz baja- hace mucho no estás bien,y cuando estás bien, yo estoy mal, y no podemos estar juntos en paz y-

-Tranquilo, Juggie. Mírame -levanté su rostro- Hoy no volveremos a casa ¿Quieres? Vayamos a algún lugar donde no haya nadie, y no nos podamos sentir mal.

-Si.

-Muy bien, no quiero que llores ¿Sí?

Él asintio cerrando sus ojos con fuerza,lo abracé y él me sostuvo con fuerza.

💿La melodía de tus ojos💿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora