Hola, soy Betty Cooper. Tengo dieciséis años, y hoy, estoy segura de que es el peor día de mi vida.
Bueno, en realidad nunca se sabe, mañana podría ser peor.
Me encuentro ordenando los ultimos detalles de mi equipaje en mi cuarto vacío, ya que mi mamá decidió que deberíamos mudarnos a su pueblo natal, Riverdale. La verdad es que no sabemos porqué, no nos lo dijo. Y no quiero molestarla, se que la muerte de mi padre aún nos afecta a todas.
Pero, por favor ¿es necesario alejarme de mi escuela, mi ciudad y todo lo que me gusta? Justo ahora que comenzaba a llevarme bien con mis compañeros. Al igual que mi hermana, Polly, al fin había conseguido un trabajo.
Pero bueno, no depende de nosotras, es decir, Polly puede irse de la casa si quiere, pero se que no lo hace porque no quiere dejarme sola. Desearía que fuera así para siempre.
Papá murió cuando yo tenía seis años, él y mamá siempre fueron la mejor pareja que conocí, se amaban como nadie jamás se imaginaba. Hasta tenían una banda juntos, pero un día papá tuvo un accidente, y desde entonces, no se dedicaban tanto a su banda, mamá comenzó a trabajar como doctora, gracias a la carrera que mis abuelos la obligaron a seguir cuando era joven. Y mi papá, pasó sus últimos meses en el hospital.
No oigo a mi mamá cantar hace diez años, me pregunto si aún recordará las melodias que tarareaba cuando no podía dormir. O las canciones que nos cantaba con mi papá los domingos en la tarde.
Extraño a mi papá. Ojalá siguiera aquí.
Me paré del suelo al cerrar mi maleta, huyendo de mis pensamientos tristes. Decidia por beber un vaso de agua antes de dormir, me dirigí a la cocina.
Ahí estaba mamá, sentada junto a la mesa, bebiendo una copa de vino.
-¿Terminaste de empacar, Betty?
Solo asentí con la cabeza, no estaba de ánimo para hablar con ella.
Volví a mi cuarto para acostarme, pero al entrar, vi algo debajo de mi cama.
Una caja de cartón con mi nombre en ella, escrita con rotulador negro.
La tomé, y la abrí. Había una nota en una hoja de color blanco.
Betty:
Si estás leyendo esto, probablemente ya no esté con vida.
No me queda mucho tiempo, y quiero que tengas algo mío antes de que me vaya.
Le dije a tu mamá que te de esta caja en tu cumpleaños numero quince, así que feliz cumpleaños, cariño, espero que sigas teniendo ese brillito en tus ojos cada vez que ves tu pastel de cumpleaños.
Desearía poder verte, así de grande y hermosa, estoy seguro de que lo eres.
Espero que no me extrañes ni llores cuando piensas en mí, espero que cuando me recuerdes, solo recuerdes las cosas lindas, pero sobre todo, espero que seas feliz.
Y en el último tiempo no paré de pensar cómo puedo asegurarme de que seas feliz sin tu papá cuidándote como siempre. Asi que llegué a una conclusión.
Ahora mismo, estas en la edad en la que comienzas a conocerte mejor a ti misma, quizás a salir con chicos, y cuando recuerdo lo dificil que puede ser esa edad, pienso que lo que me mantuvo vivo fue la música.
En esta caja hay álbumes que me ayudaron a mi a pasar con más calma mis años de adolescencia, se que eres tan impaciente que los vas a querer escuchar todos en un día, pero date tiempo, y espera, te darás cuenta el momento en el que necesites abrir uno.
Ojalá te ayuden tanto como me ayudaron a mi.
Te amo.
Las lágrimas estaban dejando manchas en la hoja, haciendo que la tinta se mueva, llevé la hoja a mi pecho y la abracé, llorando, deseando poder abrazarlo una vez más.
Miré dentro, decidí hacer caso a lo que papá escribió, no abriría uno ahora por mucho que lo extrañe, no se sentía necesario.
Sin embargo, me alegra saber que al menos, antes de irse, me recordó.
Me recosté con la carta entre las manos, definitivamente, él es el único que puede hacer que un momento como éste sea menos trágico.
Uuuuuuu historia nueva.
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💿La melodía de tus ojos💿
FanficBetty Cooper, una Newyorkina de dieciseis años, se muda a el pueblo natal de su madre, junto con ella, y su hermana, Polly, convencida de que llevaría una vida aburrida y triste. Pero todo cambia cuando antes de irse, encuentra una caja con su nombr...