💿La melodía de tus ojos💿

26

-Se que te duele, Betts, estamos aquí -dijo Jughead abrazándome-

-Siempre creí que mi papá deseaba quedarse conmigo -sollocé- todo es mentira ahora.

-No es eso. Estoy seguro de que a él le dolió dejarlas.

Tommy se levantó del suelo y me dio su dibujo.

-Betty, Tommy -dijo señalando a las dos personas que se abrazaban en su dibujo-

-Que lindo, mi amor, me encanta.

Él me abrazó haciendo que llore de nuevo.

-Oye -dijo Polly asomandose a el cuarto- ¿Qué pasó?

-¿sabías lo que realmente le pasó a papá?

Ella asintió.

-Todos me mintieron -dije dolida-

-Tranquila -susurró el pelinegro- tranquila, respira, estoy aquí.

Me aferré a su pecho dándole la espalda a mi hermana.

-Déjame, Polly.

-Polly -dijo Tom señalandola-

-Si, ese es su nombre, cariño -dijo Jughead tomando su mano- ven, Betts necesita nuestros abracitos.

Oí los pasos de mi hermana acercarse.

-Lo lamento, Betts. ¿Llamo a tus amigos?

-De hecho, necesito estar sola, no quiero ahora.

-¿Necesitas que te dejemos? - preguntó Jughead-

Negué  abrazandolo fuerte, era la única compañía que necesitaba ahora mismo. Solo ellos entendían lo que yo sentía.

Mi hermana se fué y cerró la puerta.

Jughead me tomó con fuerza y se acostó en la cama abrazandome mientras Tommy jugaba con su cabello.

-Tom, basta.

-Juggie.

-Basta,Thomas. Betty se siente mal.

El más pequeño bajo la mirada sentándose.

-Dejalo jugar -dije tomando la mano de Tom- ven aquí, amorcito.

Tommy se acostó sobre Jughead y él besó su frente.

-Quiero a mi papá -dije en un hilo de voz- lo extraño.

-Lo se, bonita. Yo tambien extraño al mío.

-Ni lo pienses -dije abrazandolo fuerte- jamás te dejaré volver con él.

-Puede que sea malo. Pero es mi papá. Y al menos tengo unos pocos recuerdos en los que él era bueno.

-Cuéntame-dije cerrando los ojos- necesito calmarme.

-Cuando era pequeño y tenía pesadillas, corría al cuarto de papá y mamá con mi tigre de peluche. -dijo acariciando mi cabello- papá me metía a la cama en medio de ellos dos, y a la mañana siguiente, cuando despertaba, él seguía abrazandome cuando mamá se iba a trabajar. O cuando ibamos al parque, yo tenía miedo de los juegos altos así que el jugaba conmigo para que pueda subir.

Mientras Tommy jugaba con mi cabello, comencé a quedarme dormida, por primera vez en mucho tiempo, sentí el calor de una familia de verdad.