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Betty entró a la sala de musica, y vio a Jughead abrazando a Wendy, mientras ella lloraba en su hombro.

-Betts, necesito que nos dejes solos un rato -dijo el ojiazul-

Wendy volteó a verla, mostrando sus ojos rojizos y su maquillaje corrido.

-¿Estas bien?

-Betts -repitió Jughead- por favor.

Ella se fue, y él volvió a abrazar a Wendy.

-No le digas, por favor.

-No le diré, tranquila. Pero tienes que decirme por qué te afecta tanto.

-Es que es muy dificil -sollozó- me siento fuera de lugar cuando estamos todos juntos. No se si debería estarte contando a tí.

-Cuéntame.

La pelinegra suspiró y Jughead quitó el cabello de su rostro.

-Cuando estaba con Betty las cosas eran tan fáciles, y me sentía tan bien. Desde que no estamos juntas me siento extraña. Hay una parte de mi que la tiene ella. No creo que lo entiendas, pero está bien,no-

-Lo entiendo. Creeme. ¿Piensas que no se como se siente?

-No lo sé...ella siempre te eligió a tí.

Él rió y negó con la cabeza.

-El dia que te conocí, cuando fueron a mi trailer, yo moría por que ella me mire como te miraba a tí. Betty jamás dejó de hacer eso, jamás te miró de otra forma. Solo que también me mira a mi.

-¿Y no te da inseguridad?

-A veces. Al principio me sentía fatal, pero luego entendí que no es sobre mí, es sobre lo que ella necesita.

-Un poco es sobre tí. No es fácil.

-Es muy dificil, pero aprendes a aceptarlo. Y creo que deberías esperar a que Betty se sienta mejor para contarle como te sientes.

- Lo se, voy a esperar. Gracias, Jug. Eres genial, aunque a veces seas insoportable y te odie.

- Tu eres genial. Y a veces meces que sea insoportable.

-¿Crees que cuando hable con Betty saldrá bien?

Él asintió quitandole las lágrimas que tenían maquillaje negro con la manga de su buzo negro.

- Nunca vas a dejar de gustarle.  Eres hermosa, y eres muy inteligente, tienes las mejores ideas...eres increible.

Ella sonrió levemente y se miró en la pantalla de su celular.

- Me veo miserable.

- No.

- Si, Jughead, mira mi rostro.

- Wendy -suspiró- eres hermosa.

Ella lo miró y mientras se inclinaban acercandose, estando a milimetros de distancia, él habló.

- No.

- Es la sala de musica, la gente viene a besarse, tiene algún conjuro o algo.

Se separaron y salieron yéndose en direcciones opuestas

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