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Desperté en la mañana debido a mi despertador, y en ese instante, Tommy soltó un quejido y despertó.

-Betty duido -dijo tapando sus oidos- Juggie.

Voltee a apagar la alarma y el me abrazó.

-Noni.

-Juggie y yo debemos irnos, pero puedes seguir durmiendo aquí, mi amor.

-No. Quédate.

Suspiré y lo abracé. Cuando se acomodó en mi brazo y Jughead tomó mi mano, mis ojos se cerraron, me dormí, pero no duró mucho, porque Tommy volvió a despertar, ahora por culpa de Jughead.

-Ay -dijo Tommy alejandolo con sus manos y pies- bata.

-¿Me dejas abrazar a Betty un rato?

-Ño. Bata.

-Pero-

-¡Bata!

-Callense -bufé dandoles la espalda-

Tommy me abrazó y Jughead lo puso frente a mi, para abrazarme por la espalda.

-Hace quince minutos debimos irnos.

-No me importa, quiero dormir.

-Claro. Descansa.

Mi teléfono sonó y suspiré.

-El universo me dice lo contrario.

Tomé el celular y respondí la llamada de Kyle.

-Hola, Betts. ¿Vas a venir?

-No. Quiero dormir.

-Está bien -rió- solo quiero asegurarme de que estás bien ¿lo estás?

-Estoy bien.

-Muy bien. Te quiero.

-Yo tambien te quiero, Betty -dijo Lila desde lejos-

-Yo los quiero a los dos, adiós.

-Adiós.

Corté la llamada y Tommy suspiró cubriendo su rostro con ambas manos.

-¿Que pasa?

-Noni.

-Lo se, cariñito, yo tambien tengo noni. Vamos a dormir.

Lo abracé y besé su frente para, ahora sí, dormirnos.

Pasaron horas, eran las dos de la tarde, cuando mamá entró a la habitación y nos despertó.

-¿Por qué no fueron a la escuela?

-Tommy se sentía mal -dije acariciando el cabello de el niño que dormía encima de Jughead-

-Bien -suspiró- ya levantense.

Ella se fue y Jughead dejó a su hermano a su lado y me acercó a él.

-¿Tommy se sentía mal? -dijo cerca de mis labios con una pequeña sonrisa-

-Sí -reí-

-Claro.

Besé sus labios y él me abrazó mientras acariciaba mi cabello.

-¿Quieres te chai?

-Nadie me había dicho algo tan romántico jamás.

Él rió y besó mi frente para levantarse.

Salió de la habitación y suspiré para pararme y vestirme, iba a pasar la puerta, y Tommy abrazó mi pierna deteniendome.

-Betty no, abacito.

-No podemos estar en la cama todo el día, amor -dije levantandolo-

Él miró hacia abajo y miré sus pies.

-Te falta un calcetin.

-Fío.

-Claro que tienes frio, mi amor, ve por tus tiburones.

Lo dejé en el suelo y el volvio con sus pantuflas en forma de tiburon.

-Tubudon. Bu.

-Que miedo, sí -dije poniéndolas en sus pies-

Bajamos las escaleras y entré a la cocina, al hacerlo, vi a Jughead sentado en la encimera, mirando al piso.

-¿Estás bien?

-Tengo sueño. ¿Quieres ir al parque más tarde?

-¡Sí! -dijo Tommy-

-Tu no, mi novia.

-Feo.

-Feo tú.

-Jughead, no le digas eso, es bebé.

-Toy bebé -dijo abrazando a Betty-

-¿Ves? él sabe lo que hace, es manipulador.

La rubia rió y besó la mejilla del niño.

-Ve a la sala, mi amor.

Él se fue y Betty se acercó al ojiazul y besó sus labios, este la abrazó, y ella suspiró.

-¿Pasa algo?

-Tengo miedo de que mis amigos ya nunca vuelvan a quererse como antes.

-Tranquila, lo harán.

💿La melodía de tus ojos💿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora