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Luego de dejar a Hannah en su casa y que Light se fuera con ella, Kyle se dirigía a la casa de Lila, en el bosque, en donde sus padres la esperaban despiertos.

-Adios,Lil -dije y ella miró por la ventana-

-No. No. No iré sola hasta allá. Mi padre jamás me espera despierto. Esto es malo.

-Ya sabemos lo que opinan de mi -dijo Kyle- no puedo ir, princesa, lo siento, será peor para ti.

-Y no olvidemos lo que pasó cuando yo entré-dijo Wendy-

Lila me miró y suspiré.

-¿Son tan malos?

-Me odian. Por favor, Betts. Ellos a veces dan miedo y no quiero ir sola. Solo acompañame a mi cuarto, luego puedes irte.

-Bien.

Caminamos hasta la puerta y al intentar abrirla, la llave de Lila no funcionaba.

Ella, desconcertada, toco la puerta.

-Quizá tomé la llave equivocada.

Tocó el timbre y las luces de la casa se apagaron.

Los ojos de ella se cristalizaron, me abrazó y acaricié su cabello.

-¿Que haremos? -dije-

-Ellos jamás van a abrirme. Ahora seguro nunca volveré a entrar.

-No digas eso, todo va a estar bien. Solo estan un poco enojados ¿si?

Su llanto se volvió más silencioso y con sus dos manos cubrio su rostro mientras yo aún la abrazaba.

Soltaba pequeños quejidos, y Kyle corrió hacia las dos, para arrancarla de mis brazos y levantarla en sus brazos.

Caminó hacia el auto y sentó a la pelinegra en el capó.

-Betty, sube al auto,por favor.

Subí a la parte trasera y cuando cerré la puerta, Wendy chistó.

-SSSHHHH. Calla, rubia, quiero oir lo que dicen.

Reí y ella me tapó la boca oyendo su conversación. Y ¿ya que? Yo tambien quería oir.

-No no no. No hay porque decir eso ¿si? Mama y papá te aman. Ellos solo están gruñones, te quedarás conmigo hoy y para mañana,te estaran esperando con el almuerzo listo. Estoy seguro.

-Me odian -sollozó-

-No te odian, princesita. Ellos no te odian.

-Me dan diabetes -murmuró Wendy destapando mi boca-

Reí y continué escuchando.

-Eso es, calma. Papi está aquí ¿si? Dada te cuida -dijo y ella se lanzó a sus brazos- shhh.

-Siento que no deberiamos estar oyendo esto -susurré-

-Lo se, yo también.

Solté una pequeña carcajada y Wendy se sentó a horcajadas encima mío.

-¿Que es esto? -dijo tomando mi brazo mirando un brazalete-

-Mi hermana me lo hizo cuando cumplí catorce.

Ella sonrió y quitó el cabello de mi rostro.

-Cuando me viste por primera vez...¿viste lo que todos ellos ven?

Torcí la cabeza y acaricié su mejilla.

-¿Que cosa?

-Ya sabes, lo que todos dicen que soy. No...no me gusta repetirlo, sabes de lo que hablo.

💿La melodía de tus ojos💿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora