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Hannah salió del baño vestida con una camiseta gris de su novio y una toalla blanca en la cabeza.

Miró a Light y él la miró apartando la vista de su teléfono.

-Por dios, ven -dijo y la tomó de la cintura para besar su cuello-

Ella se quitó la toalla soltando su cabello humedo, y Light le arrancó la camiseta lo más rápido que pudo.

-Light -jadeó la pelirroja- tus padres van a volver en dos horas.

-No se si puedo hacer todo lo que te quiero hacer en dos horas -dijo y ella sonrió y deboró sus labios con lujuria-

Él la empujo a la cama, y se quitó el pantalón y sus boxers negros, las únicas prendas que estaba usando, para quitar la ropa interior de su novia. Bajó dejando un camino de besos para pasar su lengua desde su rodilla a su entrepierna por el interior de su muslo derecho, Hannah soltó un gemido pequeño cuando el metió dos de sus dedos dentro suyo a la vez que pasaba la lengua por su clitoris haciendo circulos en este.

Ella apretó las sabanas cuando estaba llegando al climax, mientras gritaba el nombre de Light, el sonrió pasando su lengua una última vez, para acercarse a ella, se lamió los labios antes de besarla, Hannah lo acercó lo más que pudo a ella, sintiendo el calor de su cuerpo en el suyo.

El teléfono de Light sonó, él bufó, y lo tomó sentándose en el borde de la cama.

-¿Que quieres?

-Yo también me alegro de oirte, Light -dijo su hermano, de mala gana- necesito que me hagas un favor.

-Dime -dijo mirando como Hannah se recogía el cabello arrodillándose frente a él- rápido, por favor

-Lila olvidó su conejito en casa y yo olvidé traer mi mochila que...

La voz de Kyle comenzo a apagarse cada vez más en el cerebro de su hermano mayor. Él solo miraba a Hannah, quien se metió su miembro en la boca completamente.

Intentó no emitir ningun sonido al sentir sus labios húmedos y su lengua, pero le fue casi imposible.

-Kyle -dijo en un largo suspiro- te llevaré todo en un rato, ahora necesito irme.

-¿Estás bien?

-Jamás estuve mejor. Adiós, enano.

Rapidamente cortó la llamada y dirigió su mano derecha a la cabeza de la pelirroja.

-Luego de esto vamos a tener que parar.

Ella se detuvo y él tiró de su cabello haciéndola mirar hacia arriba, viendose a los ojos.

-¿Quien te dijo que te detengas?

Hannah se paró y se sentó sobre él. Se estiró a la mesa de noche, tomó un condón, se lo puso y se dejó caer sobre su erección.

Pasó muy poco tiempo hasta que los dos estaban acostados en la cama con la respiración agitada.

-Tengo que ir a llevarle cosas al idiota de Kyle ¿Quieres venir conmigo o quieres quedarte y descansar?

-¿Vas a volver rápido?

-Claro que sí, princesa -dijo acariciando su cabello-

-Bien, me quedaré. Necesito descansar.

-Claro que necesitas descansar. ¿Te quedaras a dormir?

-¿Y que tus padres me odien más de lo que ya lo hacen? No, gracias.

💿La melodía de tus ojos💿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora