8. Voy a salirme con la mía

249 16 1
                                    

A las once de la mañana del lunes, Yuichiro detenía su Mercedes Benz A250 AMG blanco afuera del portón de la mansión de Bonten. Un hombre de seguridad se acercó a su ventana preguntándole qué asunto tenía, le explicó que venía a ver a Mikey, aun así le pidió que esperara mientras hacía una llamada. Cuando cortó y volvió con él, le dijo que antes de entrar tenían que revisar el auto y a él para asegurarse de que no traía armas.

Con pesadez pero sin perder la sonrisa, Yuichiro hizo lo que le pidió aquél sujeto, al que se le unieron dos más para inspeccionar el coche, únicamente pidiéndoles que tuvieran cuidado con el maletín rígido Pelican de color negro que llevaba en el asiento del copiloto.

-Es muy importante, perderé mi trabajo si algo le pasa -bromeó mientras uno de los guardias le pasaba las manos sobre la ropa para verificar que no trajera nada sospechoso.

Los hombres le dijeron que tenían que revisar qué había ahí, pues el maletín tenía una cerradura con números. Yuichiro les ocultó la clave de cuatro dígitos, al escucharse un sonido metálico, abrió el maletín. Uno de los hombres revisó la espuma protectora que cubría el interior palpándola, sin encontrar nada sospechoso. Una vez terminada la revisión, dejaron a Yuichiro seguir adelante.

Recorrió el camino de asfalto delimitado por grava que llegaba hasta el pequeño pórtico de la mansión construida de hormigón gris. Una pequeña lámpara de techo daba luz al umbral. La puerta era sencilla de madera color chocolate, sin embargo, al mirarla más de cerca, se podía ver que era una puerta de seguridad pesada con una sola cerradura y un picaporte cilíndrico.

Después de estacionarse justo en la entrada, Yuichiro se acercó y la puerta se abrió de inmediato, apareciendo Kakucho con su rostro serio y la mirada un poco hostil.

-¡Buenos días, Kakucho-san! -le saludó efusivamente, haciendo una inclinación de cabeza- Me alegra verte, aunque esperaba hablar con Sano-san.

-Está durmiendo -le dijo, mientras avanzaban por el recibidor.

-Qué sorpresa, ¿tan tarde? -Kakucho se limitó a dedicarle una mirada fría- En ese caso, supongo que puedo dejar esto en tus manos -le dijo, extendiéndole el maletín Pelican.

-¿Qué es? -preguntó mirándolo con sospecha y sin acercarse.

-¿Qué pasa, Kakucho? -se escuchó la voz de Takeomi, quien bajaba por la escalera al amplio recibidor, mirando a Yuichiro con desconfianza. -¿Quién es él?

-¡Akashi Takeomi! Es un placer conocernos en persona al fin, mi nombre es Sonozaki Yuichiro y trabajo para Nomura-sama -le respondió sosteniendo el maletín detrás de sí con la mano derecha y colocando la izquierda en su pecho, para luego hacer una pequeña reverencia en dirección de Takeomi.

-Ah, eres el hombre del que tanto ha hablado Koko -dijo llegando al lado de Kakucho.

-Cosas buenas, espero -soltó una risita-. Ahora que estás también aquí, me siento más seguro de dejar esta preciada carga -volvió a mostrar el maletín-, y respondiendo a la pregunta de Kakucho-san, aquí está el primer encargo de la señora Nomura. Este maletín debe llegar al puerto de Binh Son en Vietnam lo más pronto posible.

-Nadie nos ha dicho nada de ningún encargo -respondió Takeomi, mirando fijo a Yuichiro.

-Se los dirán pronto, estoy seguro -sonrió-. Fue lo acordado en la reunión de anoche. Está de más decir que esto significa mucho para la señora Nomura, así que esperamos sea tratado con el mayor cuidado posible. Además, ella espera que Sano-san envíe a uno de sus hombres de mayor confianza para resguardarlo -Yuichiro se acercó más a Kakucho para obligarlo a tomar el maletín, lo cual hizo con desconfianza.

Los débiles no sobreviven (Bonten x OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora