23. ¿Qué te detiene?

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-Por favor, deja que me vaya. Estoy exhausta -susurras al oído de Kaoru.

Él no deja de mirar ni hablar con el hombre a su lado mientras tú esperas su aprobación pero su mano, que descansa en tu cintura, sólo te sujeta con más firmeza y esa es tu respuesta.

No.

Permaneces recostada sobre su hombro y te das permiso para cerrar los ojos unos segundos. Estás débil por la falta de alimento y de sueño, sientes un dolor palpitar en las sienes mientras la música de la sala VIP te martilla los oídos; también está el olor de los puros que fuma Kaoru que es demasiado fuerte y te tiene el estómago revuelto.

El cansancio acumulado por fin está ganando sobre tu conciencia y sientes cómo pierdes la fuerza en los brazos y las piernas, lo que por supuesto tampoco pasa desapercibido a Kaoru, que se remueve ligeramente para hacerte reaccionar.

-¿Qué pasa, princesa? ¿Ya bebiste demasiado? -Con la mano donde sostiene también el puro, te toma la barbilla para obligarte a mirarlo.

El terrible olor a tabaco te invade la nariz y hace que una arcada intente escapar de tu garganta pero logras reprimirla y centrar tu mirada en Kaoru.

-¡Lo siento, Nomura-sama! -Canturreas sonriendo- Los tragos aquí son tan fuertes que ya me siento un poco mareada.

-Kaoru-san, deja a la chica descansar -Dice riendo el hombre con el que antes hablaba.

-Creo que tienes razón -le responde-, después de todo se está haciendo tarde y mi esposa me estará esperando también.

Cuando dice aquello, Kaoru te dedica una mirada que te hace sentir un escalofrío. Sabes que la noche no ha terminado y el cuarto rojo espera.

-Vete -ordena mientras te palmea el muslo.

Obedeces y te levantas de su regazo, caminando a la puerta de la sala VIP mientras por el rabillo del ojo vigilas a Wakasa que sigue entretenido por Kitty. Una vez afuera, caminas con prisa hacia la oficina, esperando ver ahí a Yuichiro pero antes de llegar a la puerta que lleva a la parte de atrás, te cruzas con otra de las bailarinas y decides preguntarle por él, a lo que responde que acaba de verlo en el salón general, por lo que vas y nada más entrar, puedes verlo de pie en la barra. Mientras bebe algo, su mirada permanece fija en un punto, así que no te ve hasta que estás muy cerca de él.

-¿Te dejó ir?

-Claro que no, ¿qué pasa con esos dos? -Preguntas mientras ves a Hanma y Takeomi hablar a lo lejos.

-Estarán poniéndose al día, llevan ahí un buen rato.

-Maldito Hanma -dices con enojo-, cómo le gusta ocultar cosas... ¿Pudiste averiguar algo?

-Nada, sólo que en serio querían hablar con él.

-Esto no me gusta, Yui. Hay que detenerlos antes de que algo se nos escape-Yui te mira con una sonrisa y suspira.

-Es agua -te dice tras extenderte el vaso del que bebía.

Lo aceptas y bebes el líquido de un sólo trago, lo que tu garganta agradece. Después caminas hacia los otros hombres, interrumpiendo la charla que no alcanzas a escuchar. En cuanto Hanma te ve, sonríe divertido y te recorre de arriba abajo el cuerpo cubierto por la lencería de terciopelo rojo.

-¿Qué haces aquí, Yu-ko? -Hanma pronuncia cada sílaba con lentitud.

-Shuji-san, creo que Kaoru-sama lo está buscando -Respondes haciendo uso de tu mejor sonrisa.

-No lo creo, es mi noche libre -Dice mientras te guiña un ojo-. No seas grosera, prin-ce-sa, ¿por qué no saludas a mi amigo?

-Mis disculpas -te diriges a Takeomi y le haces una reverencia a pesar del enojo que te palpita en el pecho-, mi nombre es Yuko. Por favor, cuide de mí.

Los débiles no sobreviven (Bonten x OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora