Cualquiera que hubiera podido ver la expresión de Rindo luego de la llamada con Wakasa, habría pensado que acababa de recibir muy malas noticias. Su rostro normalmente tranquilo que rayaba en lo inexpresivo, mantuvo una mueca de total disgusto difícil de ocultar.
Observó el cielo nocturno mientras fumaba hasta que el característico ruido de un helicóptero llamó su atención y vislumbró luces acercándose. Conforme la aeronave descendió en el lugar marcado, el ruido incrementó y el viento empujado por las hélices se tornó enceguecedor, obligando a Rindo a cubrirse la cara parcialmente levantando el brazo.
Cuando por fin pudo mirar, del helicóptero bajaba, con la ayuda del copiloto, una joven de extravagante cabellera rojiza cubierta por una gabardina blanca que llegaba hasta debajo de sus rodillas y a pesar de la cual, podía adivinarse una figura de curvas bien definidas.
Rindo no sabía nada de quién era el presidente Kyoshi, simplemente no le interesaba conocer más de otro hombre rico, al final todos eran casi iguales. Las familias adineradas en general le parecían calcadas una de la otra y le bastó con echar un ojo a la hija de Kyoshi para saber que tampoco era diferente.
Observó la suave manera en que sus caderas se movían al caminar directamente hasta él con una mirada desafiante, propia de una mujer que ha tenido todo cuanto ha podido querer en su vida.
Para Rindo no era nada nuevo y aun así, el deseo de tenerla en su cama se despertó de inmediato, al tiempo que veía en ella una oportunidad para sanar el orgullo herido de Ran y reconciliarse con él de esa forma especial que era propia de los hermanos Haitani.
La saludó con el mayor desdén del que fue capaz sin molestarse siquiera en abrir la puerta del auto para ella, despertando así aquél instinto irracional de cualquier mujer orgullosa por ser adorada y servida.
Mientras conducía, la observó un par de veces a través del retrovisor hasta que sus miradas se cruzaron y entonces le dedicó una de sus sonrisas más cautivadoras, provocando en ella un leve sonrojo.
Supo entonces que la tenía.
Congelado en su lugar, Yuichiro observó a Yuko saludar a Mikey sonriendo tan naturalmente como si el ataque de pánico anterior jamás hubiera ocurrido. Ahora ahí estaba ella, de pie en el umbral resistiendo las miradas inquisidoras de todos los hombres en la habitación.
–Lamento llegar tarde, este día ha sido una locura –continuó con un efusivo ademán de su mano derecha.
–¡Pero mira nada más lo que tenemos aquí! –Exclamó Ran con júbilo mirando por sobre Mikey hacia la pequeña bailarina.
–Ran-san, hace tanto que no nos vemos, ¿Rindo-san no le acompaña esta noche? –preguntó Yuko juguetona y sin dejar de sonreír.
–¿Qué mierda está pasando? –Sanzu se adelnató hacia ella pero sin dejar de mirar con total desprecio a Yuichiro– ¿No dijiste que ella no estaba aquí? ¿Estás tratando de engañarnos o es alguna trampa?
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Los débiles no sobreviven (Bonten x OC)
FanficEl Club Maboshi es uno de los más exclusivos de Tokyo y pertenece a uno de los hombres más poderosos de todo Japón: Nomura Kaoru. Es en este lugar donde un incidente provoca que te encuentres de frente con Sanzu Haruchiyo, dándote la oportunidad de...