"¿Puedo pensarlo?", fue tu primera respuesta. "Te doy tres días. Después quitaré la puerta", advirtió Mikey y sin la menor cortesía, colgó.
-No lo hagas -te dice Yui con una mirada suplicante- es demasiado peligroso, envía a alguien más para hacerse pasar por Yuko.
-No tenemos tiempo para buscar a alguien. Además, si Mikey le hiciera daño, no me lo perdonaría.
Yui está sentado junto a ti en la cama mientras tú abrazas una almohada mirando a la nada, tratando de idear un plan para sobrevivir una noche a Manjiro.
-Eres demasiado buena para este mundo, hermanita -su voz es triste y no puedes evitar sentirte culpable de hacer que se preocupe.
-Estaré bien, Yui. Es momento de hacer uso de los viejos trucos.
Habían pasado casi dos meses desde la última vez que Inupi había visto a Koko y se sentía bastante triste al respecto. A pesar de que intercambiaban mensajes de vez en cuando, no era suficiente para cubrir su necesidad de afecto y aunque Seishu no se consideraba una persona sentimental, admitía que lo extrañaba demasiado.
Al ser sus visitas impredecibles, Inupi jamás estaba preparado pero no olvidaba las fechas importantes y esa última vez, tenía una pequeña sorpresa para Hajime pues justamente era su cumpleaños. En un inicio pensó que a eso se debía su visita y estaba muy entusiasmado pero por como pasaron las cosas, al parecer Kokonoi ni siquiera era consciente del día y se fue tan rápido que Inupi no tuvo tiempo siquiera de felicitarlo.
Entonces, una pequeña caja de terciopelo negro, permanecía guardada en el bolsillo de Inui, en espera de que el futuro dueño apareciera pero los días pasaban y él no volvía.
Draken escuchaba a Seishu suspirar ocasionalmente pero no había mucho que pudiera decir para animarlo, así que decidió llevarlo a beber algo y él aceptó aunque no parecía entusiasmado.
Ya que evitaban hablar del tema, la relación de su amigo con Hajime resultaba bastante extraña para Draken. Al principio le confundió que a Inupi le gustaran los hombres después de haberlo visto con mujeres diferentes por años pero eso no era algo que él pudiera juzgar. Por casi un año, Seishu seguía acompañando a Draken a beber pero no llevaba a ninguna chica a casa hasta que una noche, después de mes y medio sin noticias de Koko, lo volvió a hacer, empujado por la necesidad.
Por supuesto fue un conflicto para la pareja pero al final, Hajime no era inocente y había tenido que mantener las apariencias frente a sus compañeros de Bonten y también estuvo con alguna que otra prostituta a espaldas de Inupi, así que lo habían resuelto mediante un acuerdo en el que estaría bien siempre y cuando fuese sólo sexo, después de todo, ambos entendían cuán limitada era su relación debido a la distancia.
Draken sólo podía suponer que, cualquiera que fuera su situación, al parecer les funcionaba pues ahora habían pasado un par de años con esa dinámica tan peculiar y Seishu se veía feliz; y a pesar de que en un inicio no estaba emocionado por salir con Draken, todo cambió en cuanto recibió un mensaje de Koko.
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Los débiles no sobreviven (Bonten x OC)
Fiksi PenggemarEl Club Maboshi es uno de los más exclusivos de Tokyo y pertenece a uno de los hombres más poderosos de todo Japón: Nomura Kaoru. Es en este lugar donde un incidente provoca que te encuentres de frente con Sanzu Haruchiyo, dándote la oportunidad de...