6. A fuego lento

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Kakucho y Kokoni no hablaron más hasta llegar a la mansión de Bonten, donde de inmediato se dirigieron al lugar que fungía como oficina de Mikey, aunque en realidad todos la usaban si era necesario, excepto Koko, quien tenía la suya propia. Al entrar, lo vieron durmiendo en el sofá de gamuza roja. Sanzu se encontraba sentado en una silla giratoria mirando su teléfono. Al ver a Koko y Kakucho aparecer por la puerta, les hizo una señal para que no hicieran ruido. Se levantó de su sitio y los sacó de la habitación, cerrando la puerta tras de sí.

–¿Qué ocurre?

–Tengo noticias para Mikey sobre Nomura Kaoru.

–Se lo dirás cuando despierte. No ha dormido mucho últimamente –le respondió Sanzu mirándolo serio y cruzándose de brazos.

–En cualquier momento me llamará Sonozaki Yuichiro, el hombre que trabaja para Nomura y espera una respuesta. Quisiera tener algo que decirle además de "Mikey está durmiendo la siesta".

–Cuida tus palabras, Koko –le dijo amenazante–. Recuerda que tu lealtad está con Mikey, o si no, juro que podría...

–Basta, Sanzu –Mikey abrió la puerta repentinamente, interrumpiéndolo. Con una seña les dijo a los tres que entraran. – ¿Qué pasó en la reunión, Koko?

–Lo siento, Mikey. No pude averiguar nada sobre el negocio que Nomura quiere hacer pero Sonozaki Yuichiro dijo que es algo urgente y que como no está en Tokyo, no puede reunirse con nosotros.

–¡Ja, qué imbécil eres, Koko! –se burló Sanzu.

–¡Cállate, idiota!

–No conseguiste nada de lo que se suponía, eres igual de inútil que esos hermanos... –continuó, refiriéndose a los Haitani.

–Mikey, el hombre de Nomura dijo que podríamos reunirnos con su esposa en su lugar –intervino Kakucho–. Y que...

–Dile que aceptamos –respondió Mikey de inmediato al escuchar a Kakucho, sin dejarlo terminar con lo que iba a decir y mirándolo fijamente. Recibió de vuelta una mirada de sorpresa por parte de éste y Koko pero no les dio importancia.

–Contactaré a ese hombre entonces... –Habló Koko despacio, desconcertado. Pensaba que tendría que convencer a Mikey pero extrañamente Yuichiro había acertado de nuevo.

–Mikey, esas personas en serio son peligrosas. Es mejor tener cuidado –aconsejó Kakucho y salió de la habitación siguiendo a Kokonoi.

–¿Qué pasa con esos dos? –espetó Sanzu y luego miró a Mikey. –¿Por qué aceptaste reunirte con la mujer de ese tal Nomura?

–Se sabe que es ella la que tiene el control de los negocios de Nomura en Tokyo. Creo que vale la pena escuchar lo que tiene que decir. ¿Quién mejor que su esposa para hablar por él?

–No lo sé, Mikey...¿qué puede saber una mujer de todo este negocio?

–Ya lo veremos.



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Los débiles no sobreviven (Bonten x OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora