13. Es una amenaza

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El jueves a las doce de la tarde, el Alfa Romeo Giulia azul marino de Wakasa salía de la mansión de Bonten con dirección hacia Aoyama, donde según las instrucciones de Sonozaki Yuichiro, debía buscar una repostería francesa y recoger una tarta de chocolate y limón. Una vez hecho eso, se puso en camino hacia Rakuen no Hibi, donde entregó las llaves de su auto al mozo del valet parking y se dirigió hasta la recepción con la tarta en sus manos.

La dejó suavemente sobre el mostrador, ofreciéndole una expresión amable a la recepcionista quien lo miró un poco confundida pero igualmente le sonrió dándole la bienvenida.

-Buenos tardes, soy Imaushi Wakasa. Yuichiro-san me dijo que dejara esto aquí -señaló la caja que contenía la tarta.

-¡Oh, claro! -la mujer tomó la caja y la dejó en su lado del mostrador. -Deme un momento, por favor -pidió y se giró para entrar por la puerta que estaba a sus espaldas que decía con letras doradas Staff. Unos segundos después volvió y le entregó a Wakasa una tarjeta blanca por ambos lados y una pequeña llave de cabeza negra en un llavero de cuero que tenía estampado el nombre del hotel-. Estas son para el elevador: primero la tarjeta, luego la llave y presiona P2 -explicó la recepcionista-; estas son del auto de la señora Nomura -le entregó una llave más grande que la anterior pero igual de cabeza negra con un mando a distancia de tres botones-; y esta es para su habitación -finalizó deslizando sobre el mostrador una última tarjeta con el logo del hotel y una cintilla negra.

-Gracias -respondió serio y luego se dirigió a los elevadores, mirando confundido pues había cuatro.

-El primero de la izquierda -escuchó a la recepcionista y sin mirarla, presionó el botón.

Wakasa siguió de forma torpe los pasos que la mujer le había explicado, pues nunca había utilizado un elevador así. Cuando por fin se movió, suspiró con un poco de pesadez y esperó a que las puertas se abrieran al llegar al penthouse, donde observó en silencio la elegante estancia.


Escuchas el tintineo de las puertas del elevador y arreglas el vestido de ligera gasa rosa flamingo con ribetes en el cuello y los puños de las largas mangas, acompañado por supuesto de altas plataformas de color blanco cubiertas por la falda que ...

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Escuchas el tintineo de las puertas del elevador y arreglas el vestido de ligera gasa rosa flamingo con ribetes en el cuello y los puños de las largas mangas, acompañado por supuesto de altas plataformas de color blanco cubiertas por la falda que llega hasta el suelo. Abres las puertas corredizas de tu habitación con las manos cubiertas por guantes de algodón blanco y entras a la estancia, donde te encuentras con Wakasa, vistiendo un traje blanco y camisa negra. La mitad oscura de su cabello está sujeta en una media coleta y la otra mitad rubia cae suavemente sobre sus hombros. Puedes ver un destello de sorpresa pasar rápidamente por sus ojos al ver que esta vez no eres la rubia de ojos miel de la vez pasada, sino una castaña clara con la mirada gris.

-Buenas tardes, Imaushi-san -lo saludas con una sonrisa suave.

-Buenas tardes -te mira fijamente pero su voz suena neutral.

Los débiles no sobreviven (Bonten x OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora