26. Seré tu ancla, seré tu amante

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Wakasa le escribió una nota a Mikey para darle la noticia de que habían acertado y la dejó en su escritorio, saliendo de la oficina después.

Se dirigía a su dormitorio cuando encontró a Rindou tratando de escabullirse. Lo miró intrigado y divertido, como un padre que ve a su hijo jugar a las escondidillas.

-¿Qué haces?- Preguntó acercándose a él.

-¡Shhh, Waka! -Le respondió tomándolo por la manga de su saco y jalándolo hasta quedar a su lado. -Ya viene...

Wakasa vio a Haruchiyo salir de su habitación y bajar hasta el vestíbulo. Miró a su alrededor y salió por la puerta principal.

-Esta es la tercera noche seguida que sale a la misma hora pero cuando le pregunté a dónde iba, no quiso decirme, así que mi hermano y yo lo vamos a seguir -explicó por fin Rindou, a lo que Wakasa lo miró extrañado- ¿Te unes? -Preguntó con una sonrisa pícara.

-No lo creo -Wakasa suspiró y se fue.

Rindou entonces recorrió el mismo camino que Sanzu y salió, subiendo de inmediato al BMW Serie 2 coupé morado de Ran, quien ya lo esperaba en el asiento del conductor y se pusieron en marcha, manteniendo siempre cierta distancia del auto de Haruchiyo pero sin perderlo de vista hasta llegar a Shibuya y finalmente al Club Maboshi.

-¿Qué crees que haces, Sanzu? -Preguntó Ran al aire.

-Quizá le gustó ser golpeado con una botella y vino por más -Rindou rió.

Con todo lo de Nomura y su esposa, los hermanos habían olvidado el incidente que lo había comenzado todo y no dejaban de preguntarse si Haruchiyo seguía empecinado en encontrar a la bailarina que lo golpeó, pues no se les ocurría otro motivo por el cual estaría en aquél lugar.

Primero pensaron que entraría directamente al club cuando lo vieron bajar de su auto pero en su lugar, Sanzu comenzó a caminar por la calle hasta desaparecer dando vuelta en la esquina, fue entonces que decidieron bajar también y seguirlo hasta las espaldas de Maboshi, observando cómo se ocultaba cerca del callejón donde estaba la entrada del personal.

Lo observaron por una hora esperando que ocurriera algo pero, cansado de esperar algo que no ocurría, Ran al fin salió de su escondite y caminó directamente hacia Sanzu ante la mirada atónita de Rindou quien simplemente lo siguió de cerca.

-¿Qué mierda hacen aquí? -Haruchiyo estaba más que molesto.

-La pregunta es qué haces tú aquí, Sanzu -dijo Rindou.

-Pasábamos por aquí y nos pareció verte, ¿esperas a alguien? -Inquirió Ran.

-¡Pasaban por aquí, mis bolas! ¿Me están siguiendo? -Vociferó Sanzu.

-Ya dinos, ¿a quién estás esperando? -Insistió Rindou.

-No sean unos malditos entrometidos y váyanse de aquí.

-¡Vamos, Sanzu! -Ran le palmeó la espalda. -Somos amigos, cuéntanos. ¿Quizá un nuevo dealer o tal vez un poco de compañía femenina?

-¡AH, MIERDA! -Frustrado, Sanzu se alejó de los hermanos y caminó de vuelta a su auto.


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Los débiles no sobreviven (Bonten x OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora