32. Más cerca del precipicio de lo que está permitido

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Ran despertó esa mañana y lo primero que llamó su atención fue que su hermano no estaba en la cama. Luego de desperezarse, miró alrededor de su habitación y entonces vio a Rindou dormido sobre el escritorio.

Por primera vez en mucho tiempo, Rindou había rechazado una noche de diversión junto a su hermano mayor y cuando Ran quiso saber el motivo, este le habló sobre la tarea que les había asignado Mitsuki a él y a Kakucho, y cómo Wakasa había insistido en lo importante que era.

Los hermanos Haitani siempre fueron competitivos, así que a Ran no le extrañó la seriedad con la que Rindou se dedicó a revisar toda la información que había recibido sobre software y lenguajes de programación, pues de antemano sabían que Kakucho era bastante dedicado con todo lo que se le asignaba y Rindou no quería quedarse atrás, así que llevaba los últimos dos días frente a su laptop.

Ran se acercó, le quitó los lentes y pasó el brazo de Rindou sobre sus hombros para guiarlo hasta la cama y cubrirlo con las sábanas para que descansara, lo que lo hizo recordar cuando eran más jóvenes y cómo siempre llevaba a su hermano cuando se quedaba dormido después de comer, mientras veían la televisión.

Ran le acomodó un poco el cabello que le caía sobre la cara y sonrió levemente.

–No te sobreesfuerces, hermanito.


Mikey no terminaba de comprender por qué, tal como la esposa de Nomura había dicho, lo que hacía, funcionaba

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Mikey no terminaba de comprender por qué, tal como la esposa de Nomura había dicho, lo que hacía, funcionaba.

Al ver al verdadero Kaoru, no le pareció más que un bufón. Poderoso pero bufón al fin y al cabo. No había cruzado más de tres palabras con él cuando decidió que no le interesaba más, así que sólo quería alejarse tanto como le fuera posible. Desde su forma de hablar, hasta su figura pequeña y redonda que le recordaban a un muñeco Daruma, Nomura Kaoru no parecía un hombre al que se pudiera tomar en serio.

Pero tras escuchar de Wakasa y Takeomi lo de aquella bailarina, tenía una curiosidad desmesurada que se había salido de control después de que Ran y Rindou le informaran cuán imposible parecía ser averiguar sobre ella, por eso había decidido ir a preguntar directamente, pues encontraba curioso también cómo una mujer podría permitir que su esposo se paseara con una bailarina prácticamente frente a todo el mundo.

Para Mikey todo lo relacionado con las mujeres era casi un misterio pero uno que no le despertaba el mínimo interés. A pesar de que había amado a su hermana y que habría hecho cualquier cosa por ella, ni siquiera a Emma le había prestado la atención suficiente como para entenderla.

En los primeros años de su adolescencia presenció cómo uno a uno sus amigos eran cautivados por la presencia femenina pero muy poco hablaban de ello pues para su círculo más cercano siempre fue en tema que estuvo en segundo plano, no ocupaba sus mentes mucho más que las motocicletas, las peleas y las pandillas.

Los débiles no sobreviven (Bonten x OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora