44. Un rincón donde la noche es oscura

74 4 0
                                    


Por supuesto que lo primero que Wakasa notó al entrar fue el pequeño florero que adornaba el comedor y recordó que, de las ocasiones en que había llevado flores a Mitsuki, nunca las había visto en algún lugar del penthouse.

No tuvo mucho tiempo para pensar en ello pues lo siguiente que vio fue a la misma Mitsuki envuelta en un delicado vestido gris con algunas decoraciones amarillas que le daban vida y quien, con una sonrisa suave, les dio la bienvenida desde su reclinable. Su tobillo lastimado ya no estaba levantado, ahora sólo estaba sentada cómodamente y sobre su regazo, tenía un par de carpetas parecidas a la que Koko traía consigo.

Tras los saludos iniciales, ambos se acomodaron en la sala.

-¿Ya puedes caminar? -cuestionó Wakasa.

-Todavía me duele un poco pero puedo dar un par de pasos con ayuda. Gracias por preocuparte.

-No dejo de pensar que toda esta situación es en parte culpa nuestra...

-¿Nuestra? -Cuestionó Koko.

-...de Bonten.

-Qué amable de tu parte decirlo así, Waka, a pesar de que sólo hay un culpable en todo esto -intervino Yuichiro, que se quedó de pie junto a Mitsuki, con las manos dentro de sus bolsillos.

-Yui -lo reprendió ella mirándolo de reojo.

-Yo creo que los hermanos Haitani son culpables por igual -mencionó Hajime, provocando que tanto Mitsuki como Yuichiro sonrieran.

-¿Cómo lo sabes, Koko-kun? Hasta donde sé, no estuviste presente cuando ocurrió el primer incidente -continuó diciendo Yuichiro divertido, provocándolo.

-Creo que señalar un culpable es innecesario -Mitsuki volvió a intervenir-, simplemente han sido eventos desafortunados. Además, Rindo-san ha sido tan amable de enviar sus disculpas.

-¿Enviar disculpas? -Koko enarcó una ceja.

-Esas exquisitas rosas fueron enviadas por él -ella miró hacia el pequeño ramo sobre la mesa del comedor-. Como sea... No me parecía que fuera un problema el hecho de que Rindo-san tuviera un teléfono para hablar conmigo directamente pero según lo que me dijo Yui, hubo un par de malos entendidos respecto a ello, así que... estos son teléfonos para todos los miembros de Bonten.

Para cuando Mitsuki terminó de hablar, Yuichiro ya le entregaba a Wakasa el maletín que había estado ordenando antes.

-¿Por qué ahora, tan de repente? -Wakasa abrió el maletín y miró dentro.

-Lo íbamos a hacer conforme se dieran las cosas pero al parecer se está convirtiendo en un problema, así que esto debería ayudar a calmar las aguas. Sé que Mikey no confía en mí, preferiría no darle más razones para ello.

-Pero sólo hay cinco aquí.

-Ah, es porque yo tengo el de Koko-kun, se lo daré antes de irse -Yuichiro lanzó un guiño al mencionado, quien respondió mirándolo fastidiado.

-Waka, Koko -los llamó Mitsuki- les pedí venir porque necesitamos hacer una repartición de los negocios que pertenecen a Nomura y quedarán bajo el mando de Bonten. Ya que cuentan con al menos cuatro ejecutivos en este momento, podrán repartirse el trabajo.

Ella entregó cada una de las carpetas que tenía sobre sus piernas y comenzó.

Unas dos horas después, Wakasa pidió una pausa para salir a fumar y Yuichiro decidió acompañarlo, dejando por fin a Kokonoi a solas con Mitsuki.

-¿Ahora vas a decirme qué pasó con los hermanos Haitani?

-¿Qué quieres saber exactamente?

-No es normal verlos pelear...

Los débiles no sobreviven (Bonten x OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora