La hija del presidente (ACTUALIZANDO)

# 40 ¡Buenas noticias!

Cap. 40

Valentina Pov

Conocer a Juliana es lo más lindo que me pasó y soy muy feliz de tenerla a mi lado en estos momentos tan difíciles.

- ¿Sabes creo Juls? Qué mi papá iba a buscar por todos los medios que yo me casara con Samder, así no te hubiera conocido el iba a hacer lo posible por destruir tu vida y la mía, te envío a secuestrar y aún así pude haber muerto ese día. A él no le importó que yo estuviera corriendo peligro y después me lanza a los brazos de Samder no obstante busca la manera de silenciar a mi hermanita. Se me quebró un poco la voz y mi novia me abrazo.

- Pues Valentina creo que nos conocimos con un fin y fue salvarnos, ahora vamos a cuidarnos hasta que seamos viejitas.

- Si mi amor.

- Señoritas disculpen que las interrumpa, deben entrar en la cabaña, tenemos presencia de personas desconocidas a unos kilómetros, deben entrar. Nos informa uno de los guardaespaldas.

Me preocupé mucho el saber que alguien estará destras de mi chica, no quiero que le pase nada a Juliana, ya suficiente dolor y miedo al saber que mi hermana casi muere. Solo quería buscar a esas personas y enfrentarlas.

Juliana Pov

Nos levantamos y caminamos a la cabaña de regreso. Al entrar noté a mi princesa preocupada y la tomé en mis brazos.

- Val mi amor, todo va a estar bien. No te asustes tenemos muchas personas a nuestro al rededor.

- Lo siento amor, perdón si me pongo nerviosa, pero no quiero que nada malo te pase.

- Tranquila amor, no necesariamente sean personas buscándo a la hija del presidente, tal vez sean lugareños.

- Está bien ¿Podemos ver una película?

- Claro, vamos a ver una película abrazadas y vamos a confiar en que todo estará bien.

Nos quedamos viendo una película, eramos solo nosotras dos en esa sala. Todo estaba tranquilo, pero ya quería que está angustia acabará, los días pasaban y el encierro nos iba a volver locas, por la preocupación de no saber que pasaría.

***

Algunos días después de la advertencia de que unas personas estaban a kilómetros, nosotras estábamos desayunando y en todo ese tiempo sentí como sería estar casada con Valentina, vivir a su lado es maravilloso, cómo me cuida, cómo hace de este encierro el más placentero.

- ¡Juliana! Estaba pensando que quiero trabajar en este medio, se que a ti te cuesta trabajo ser la hija del presidente, y se que todo esté movimiento político ya es bastante, pero quiero trabajar en la política y establecer transparencia en las cosas que hago. Ayudar a las mujeres, ayudar a las personas vulnerables en medio de esta sociedad.

- Desde luego amor, no te quitaría ese sueño, de hecho yo también quiero trabajar en ello, no de la manera que tú quieres, algo menos público, pero desde mi punto de vista debemos trabajar con gente integra, con gente que tenga valores y que respete la sociedad. Solo no quiero que seas la presidenta del país, ya bastante tengo con que mi papá sea el presidente.

- Amor es que sería buena idea.

- Ya fue suficiente en mi vida con tener a un papá presidente, ahora mi futura esposa también lo quiere ser.

- Deja de ser tan dramática, aquí solo hay una mimada y soy yo. Comenzamos a reír porque mi chica podía hacer de mis dramas las cosas más simples.