37. Alexandria

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Nos levantamos temprano y prendímos viaje hacia la comunidad de Aaron.

Voy con mamá y papá en la casa rodante, juego con mis manos nerviosa ya que cada vez estamos más cerca.

Bueno, nos alejamos de donde estábamos y eso significa de "casa" igual. Pero aún así de ver la ciudad me sienta mal.

Llegamos a un punto donde Washington se puede ver, muchos recuerdos llegaron a mi mente.

Papá me tomó de la mano ya que estoy lastimando mis uñas.

Maggie: ¿Qué ocurre? —me preguntó, suspiré.

Cristel: Nada —forze una sonrisa —. Solo estoy nerviosa por llegar a ese lugar.

Entrecerraron los ojos desconfiados, pero terminaron aceptando la respuesta.

Cristel: ¿Cuándo vamos a llegar? —me acuesto en ambos sillones traseros.

Lucille: Dile a tu padre que nos perdió —hice un puchero.

Negan: No estamos perdidos, conozco todo esto como la palma de mi mano.

Cristel/Lucille: Estamos perdidos.

Negan: Dios, ¿por qué me diste dos mujeres complicadas? —mamá golpeo su hombro.

Cristel: Grosero —él ríe.

Negan: Voy por el camino correcto, señoritas —mire a mamá.

Cristel: Llama a los abuelos y diles que llegaremos tarde a su nueva casa.

Lucille: Ya les estoy marcando —dijo viendo su celular.

Mamá y yo reímos cuando papá soltó un suspiro muy largo.

Volvi al presente cuando la casa rodante se detuvo, salimos y Abraham se acercó al motor al igual que papá.

Me acerque a ellos. Papá empezó a revisar el motor de la casa rodante.

Di un pequeño brinco cuando Abraham golpeo la casa rodante.

Abraham: Increíble —dijo molesto —. Pintarlo de rojo y ponle una escalera.

Sonreí un poco.

Glenn: Solo falta una batería —se alejo un poco.

Abraham: ¿Y dónde hallaremos una batería?

Papá y yo nos miramos, me acerque a los escalones para entrar a la casa rodante.

Glenn: Justo aquí —se acercaron.

Abrí uno de los escalones y miramos una batería, Abraham nos miró sorprendido.

Abraham: ¿Y ustedes como sabían esto? —nos preguntó.

Cristel: Magia, querido amigo —sonreí un poco —. Conocimos a alguien que tenía una casa rodante, enseñó mucho.

Glenn: Sube —le indicó a Abraham.

Baje el escalón para que él suba, me aleje para que papá se encargue de eso.

Me acerque a Carl y coloque a su lado apoyándome en el auto, él junto con Michonne, Rick y Judith van en el auto.

Carl: ¿Te sientes bien? —ladee la cabeza, confundida —. Por estar aquí, cerca de ya sabes.

Cristel: Está a cinco o cuatro horas, que recuerde —le dije —. Cuando empiezas a ver una fábrica ya estas cerca.

Carl: Quizás podríamos ir algún día —propuso —. Ya sabes, para ver dónde era tu casa.

Cristel: Quizás algún día cuando no sienta que me dará un ataque de pánico —bromee, sonreí un poco —. Estoy bien, no me hace falta ir.

𝙻𝚊 𝙷𝚒𝚓𝚊 𝙳𝚎 𝙽𝚎𝚐𝚊𝚗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora