𝙻𝚊 𝙷𝚒𝚓𝚊 𝙳𝚎 𝙽𝚎𝚐𝚊𝚗

35. Agotados

Ya pasaron tres semanas desde que Beth y Tyreese murieron, tres semanas desde que nos fuimos de Atlanta.

Carol me quito los puntos a las dos semanas, por suerte ya no debo de caminar sin temer que esos puntos se abrieran.

Hace un día y medio que no hemos cómodo nada ni bebido nada, y para empeorar estamos cansados.

Nos detuvimos para buscar agua o comida, yo sigo buscando si puedo cazar algo.

Carl trata de animarme de ves en cuando contándome chistes, pero realmente me siento muy mal.

Siento como si muchas cosas hubieran explotado en mi interior, como si nada de esperanzas quedarán.

Vi algo moverse entre los árboles, levante el arco y apunte hacia la ardilla que se quedó quieta.

Dispare la flecha, pero fallé y la ardilla escapó.

Cristel: Mierda… —suspiré.

Acomode mi gorra y fui hacia la carretera, al salir del bosque me encontré con mamá, Daryl y Sasha saliendo del otro extremo.

Me acerque a ellos y camine al lado de Daryl, vimos a los demás cerca del único auto que nos queda.

Maggie: Oh rayos —voltee a verla por unos segundos —. Ya pasó un día y medio. No encontraron nada.

Sasha: ¿Cómo lo sabes? —le preguntó.

Maggie: Lo sé.

Sus expresiones de desesperación y agotamiento lo dicen todo.

Maggie: ¿Cuánto más nos queda? —le preguntó.

Sasha: 100 kilómetros —me parecen una eternidad esos cien.

Maggie: No estaba hablando de eso —mordí mi mejilla.

Cristel: Esperemos que lo siguiente para llegar —le respondí, mire a Daryl —. Estoy fallando en mi puntería.

Daryl: ¿Por qué dices eso?

Cristel: Fallé en darle a una ardilla —le dije.

Daryl: No es su temporada de todas formas, ya encontraremos algo —asentí.

Llegamos con los demás y subimos a la furgoneta, me mantengo cerca de mamá y papá.

Con papá ya hablamos más, pero se siento aún incomodidad entre nosotros dos.

Quieor disculparme por cómo lo trate, pero no se como.

Mamá me quito mi gorra y empezó a trenzar mi cabello, ya esta largo como a tres centímetros bajo mis hombros.

Mire a todos, hace demasiado calor aquí adentro y es peor ya que todos estamos apretados contra todos.

Mamá terminó de trenzar mi cabello y me coloque mi gorra.

En un momento a otro la furgoneta se detuvo, todos miramos hacia Abraham, quien conduce.

Abraham: Se vacío —genial —. Igual que el otro.

Rick: Caminemos.

Salimos de la furgoneta, comenzamos a caminar.

Carl me tomo de la mano mientras caminamos, mire hacia atrás al escuchar gruñidos lejanos.

La ventaja de esos caminantes es que nunca se cansan, pero nosotros sí y creo que ya estamos llegando al límite o ya lo sobrepasamos.

Carl: ¿Crees que en algún momento llueva? —mire al cielo.

Cristel: Eso espero —le dije —. Nos vendría bien.

Daryl: Voy a explorar —le entrego el arma a Carl —. A ver que encuentro.